
Cambio climático
Los científicos advierten de la llegada de las megasequias
En algunos sitios se han extendido más de 15 años y aún continúan.

Las sequías persistentes que se han vuelto cada vez más comunes desde 1980 seguirán aumentando con el calentamiento del clima, advierte un estudio del Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de Nieve y del Paisaje (WSL), liderado por Francesca Pellicciotti. Este inventario cuantitativo global de cuarenta años, disponible públicamente y publicado en Science, busca informar las políticas sobre el impacto ambiental del cambio climático inducido por el hombre. También detectó eventos que anteriormente habían sido “pasados por alto”.
Quince años de una megasequía persistente y devastadora (la más prolongada en mil años) casi han secado las reservas de agua de Chile, afectando incluso la vital producción minera del país. Este es solo un ejemplo flagrante de cómo el calentamiento del clima está causando sequías que se extienden por varios años y crisis hídricas agudas en regiones vulnerables de todo el mundo. Sin embargo, las sequías tienden a notarse solo cuando dañan la agricultura o afectan visiblemente los bosques.
El equipo de Pellicciotti analizó datos meteorológicos globales y modelaron sequías entre 1980 y 2018. Los resultados mostraron un aumento preocupante de las sequías que se volvieron más largas, más frecuentes y más extremas, cubriendo más tierra.
“Cada año desde 1980, las áreas afectadas por sequías se han extendido en un promedio de cincuenta mil kilómetros cuadrados adicionales (eso es aproximadamente el 10% de toda España), causando enormes daños a los ecosistemas, la agricultura y la producción de energía”, explica Pellicciotti en un comunicado.
El equipo internacional utilizó los datos climáticos de CHELSA (siglas de Climatologías de Alta Resolución para las Áreas de Superficie Terrestre del Planeta) que se remontan a 1979. Calcularon anomalías en las precipitaciones y la evapotranspiración (evaporación del agua del suelo y las plantas) y su impacto en los ecosistemas naturales de todo el mundo. Esto les permitió determinar la ocurrencia de sequías de varios años tanto en regiones bien estudiadas como en regiones menos accesibles del planeta, especialmente en áreas como los bosques tropicales y los Andes, donde hay pocos datos de observación disponibles.
“Nuestro método no solo cartografió sequías bien documentadas, sino que también arrojó luz sobre sequías extremas que pasaron desapercibidas, como la que afectó a la selva tropical del Congo entre 2010 y 2018”, añade el coautor Dirk Karger.
Las sequías, señala el estudio, evolucionan en el tiempo y el espacio. Los resultados muestran que la tendencia a la intensificación de las megasequías es clara: el equipo generó la primera imagen global (y consistente) de las megasequías y su impacto en la vegetación. Sin embargo, los efectos a largo plazo en el planeta y sus ecosistemas siguen siendo en gran parte desconocidos. Mientras tanto, los datos ya coinciden con el reverdecimiento generalizado observado en el Ártico.
“Pero en caso de escasez extrema de agua a largo plazo, los árboles en las regiones tropicales y boreales pueden morir, lo que provoca daños duraderos a estos ecosistemas. En particular, la vegetación boreal probablemente sea la que más tiempo tardará en recuperarse de un desastre climático de este tipo – concluye Karger -. Actualmente, las estrategias de mitigación consideran en gran medida las sequías como eventos anuales o estacionales, lo que contrasta marcadamente con las megasequías más prolongadas y severas que enfrentaremos en el futuro”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar