
Redescubrimiento
Científicos se sorprenden: un mamífero reaparece más de 100 años después
Un redescubrimiento que revoluciona la conservación de especies

La naturaleza nunca deja de sorprender. Científicos y ambientalistas han recibido con entusiasmo una noticia que marca un antes y un después en la conservación de especies: el tapir sudamericano ("Tapirus terrestris"), una criatura que no había sido avistada en el Bosque Atlántico desde 1914, ha reaparecido. No solo se ha detectado un individuo, sino tres, según confirmaron las imágenes captadas por el Instituto Estatal de Medio Ambiente de Río de Janeiro (INEA).
Las imágenes, obtenidas en la región de la Costa Verde, dentro del Parque Estatal de Cunhambebe, muestran a estos tapires recorriendo libremente la densa vegetación de la Mata Atlántica. La última vez que se tuvo registro de esta especie en la zona fue hace más de un siglo, en el Parque Nacional Serra dos Órgãos. La ausencia prolongada del tapir había llevado a los científicos a temer que la especie había desaparecido de la región para siempre.
Un indicador clave de la salud del ecosistema
El regreso del tapir sudamericano representa una señal esperanzadora para el equilibrio ecológico del Bosque Atlántico. Según un portavoz del Instituto Estatal de Medio Ambiente de Río de Janeiro (INEA), este hallazgo subraya la importancia de las áreas protegidas y de los esfuerzos de conservación para la recuperación de especies en peligro. El tapir juega un papel fundamental en el ecosistema, ya que contribuye a la dispersión de semillas, mantiene el equilibrio poblacional de otras especies y favorece la diversidad genética.
Un jardinero del bosque en peligro
El tapir sudamericano es conocido como el "jardinero del bosque" debido a su papel en la regeneración de la vegetación. A medida que deambula por la selva, ingiere frutas y dispersa semillas a través de sus excrementos, promoviendo el crecimiento de nuevas plantas. Además, al moverse, abre senderos que facilitan el desplazamiento de otras especies y favorecen la biodiversidad.
Sin embargo, esta especie enfrenta constantes amenazas. Su población ha disminuido en un 50 % en los últimos 33 años, y actualmente se estima que quedan alrededor de 4.500 individuos en estado salvaje. La caza furtiva y la destrucción de su hábitat han sido factores determinantes en su declive.
La relación con los humanos: entre la fascinación y la precaución
A pesar de que el tapir sudamericano suele ser percibido como un animal pacífico, expertos advierten que su comportamiento puede ser impredecible. Aunque la interacción con humanos es rara, se han reportado casos de tapires que reaccionan de manera agresiva cuando se sienten amenazados. Esto no resta importancia a su papel en la naturaleza, pero subraya la necesidad de respetar su espacio y fomentar su conservación sin interferencias.
Un futuro esperanzador
El redescubrimiento del tapir en el Bosque Atlántico no solo es un testimonio del impacto positivo de las iniciativas de conservación, sino también un recordatorio de que la biodiversidad puede recuperarse si se toman las medidas adecuadas. Con la protección de su hábitat y la reducción de amenazas como la caza ilegal, esta especie podría tener una segunda oportunidad en la región.
Este hallazgo motiva a los científicos y ambientalistas a redoblar esfuerzos para garantizar que el tapir sudamericano no vuelva a desaparecer del Bosque Atlántico. Su presencia es una victoria para la naturaleza y un importante aviso sobre el papel que desempeña cada especie en el equilibrio del ecosistema.
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