Paleogenética

Descubren por qué los asiáticos son más neandertales que nosotros

Los neandertales vivieron principalmente en la parte occidental de Europa, pero el porcentaje de ADN neandertal es mayor en Asia. Un grupo de investigadores acaba de descubrir qué fallaba.

Recreación de un neandertal (Homo neanderthalensis)
Recreación de un neandertal (Homo neanderthalensis) Paolo C.Flickr

En su momento nos sorprendió. Nadie esperaba que encontraran ADN neandertal en nuestras propias células, mezclado con el nuestro. Aquello solo podía significar una cosa: que nosotros, los Homo sapiens nos habíamos mezclado genéticamente con ellos. El sexo entre especies no suele salir bien. De hecho, una de las muchas definiciones de especie suele requerir en cuenta que no sea fértil con individuos de otras especies. O, si lo es, que sus descendientes no sean fértiles en absoluto. Ese es el caso del caballo y el burro, cuyo híbrido es la mula. Imaginemos, por lo tanto, lo estrechamente emparentados que estábamos con nuestros primos neandertales para que se diera tal excepción, bebés híbridos y tan fértiles como que son nuestros antepasados.

Nada de esto es noticia porque ya lo ha sido incontables veces. Es más, el año pasado Svante Pääbo ganó el Nobel de Fisiología o Medicina por sus trabajos en paleogenética, la disciplina que nos ha permitido saber todo esto. No obstante, la paleogenética sigue arrojando luz sobre esta mixtura entre especies y, poco a poco, nos desvela extraños capítulos de nuestra historia. En esta línea, acaba de publicarse una investigación que nos explica uno de los grandes misterios sobre nuestra genética. Porque, aunque todos tenemos una parte de neandertal que ronda el 2% de nuestro ADN, hay zonas del mundo con un mayor porcentaje, y no son quienes imaginas.

LOCAL FRENTE A VISITANTE

El primer paso para resolver cualquier misterio es reunir la información que ya tenemos. Sabemos que los neandertales no eran antepasados de los sapiens, éramos más bien primos, descendientes de una misma familia. Sabemos que se extinguieron hace 28.000 años y que la mayoría de los restos se han encontrado en la parte occidental de Europa. Sabemos que surgieron hace 300.000 años, igual que nosotros, solo que ellos evolucionaron en Eurasia y nosotros en África. Sabemos que nuestros antepasados sapiens abandonaron áfrica hace unos 60.000 o 90.000 años y que nos encontramos hace apenas 40.000 años. Y sabemos que, aunque la población euroasiática tiene de media un 2% de ADN neandertal, los europeos solemos tener entre el 1,8 y el 2,4%, mientras que los asiáticos alcanzan cifras entre el 2,3 y el 2,6%. Con estos datos tenemos más que de sobra, porque algo no encaja.

Sabemos que fuimos nosotros quienes llegamos a donde vivían los neandertales, que se encontraban principalmente concentrados en la Europa occidental. Conocemos bien lo que ocurre cuando dos poblaciones se encuentran y crían entre sí: el porcentaje de ADN de la población local es mayor en los descendientes a medida que nos acerquemos a las partes más pobladas de su territorio. Dicho de otro modo: sería esperable que nosotros, europeos, que vivimos donde vivieron la mayoría de los neandertales que hibridaron con nuestros antepasados sapiens, tuviéramos un mayor porecentaje de ADN suyo que los asiáticos. ¿Cómo es esto posible?

GRANJERO TURCO BUSCA EUROPEA

Un grupo de investigadores de la Universidad de Ginebra parecen haber encontrado la respuesta. La clave ha estado en el ADN de 4.000 sapiens que vivieron en Eurasia durante los últomos 40.000 años. Analizando la cantidad de ADN neandertal conservado en su genética, los expertos han podido determinar que, efectivamente, el porcentaje era mayor en los europeos que en los asiáticos, al menos hasta hace unos 7.000 años, que empezó a descender. Algo tuvo que ocurrir ahí, a las puertas del Neolítico, cuando pasamos de ser cazadores-recolectores a agricultores. Pues bien, parece que, en esa época, Europa experimentó una llegada de granjeros de Anatolia (la península occidental de Turquía) en cantidades suficientes como para afectar a nuestra genética.

La población de Anatolia tenía un bajísimo porcentaje neandertal, por lo que reforzarían en ADN sapiens en nuestros antepasados, explicando que, hoy en día, los asiáticos sean los humanos “más neandertales”. O, al menos, esto es lo que parecen decir los datos, pero es verdad que 4.000 muestras de ADN no son tantas como pueda parecer. Son muchas para la paleogenética, pero pocas para un estudio genético moderno y, si queremos tener una mayor certeza, necesitaremos que otros estudios independientes confirmen la hipótesis de la hibridación europeo-anatolia por otras vías.

Así de complejo es reescribir la historia perdida de nuestra especie y la de los neandertales. Dos especies cuyos antepasados se separaron hace 800.000 años, pero que fueron capaces de reencontrarse, procrear y dar lugar a un híbrido (plenamente sapiens), que no ha dejado de expandirse. ¿Ha sido esa, acaso, la clave de nuestro “éxito”? Puede que nunca lo sabemos, pero si está a nuestro alcance descubrirlo, será mediante estudios como estos.

QUE NO TE LA CUELEN:

- Los neandertales no estaban menos evolucionados que nosotros, ni mucho menos. Sabemos que tenían cultura y tal vez hasta expresiones artísticas. Que nosotros prevaleciéramos pudo deberse a muchos otros motivos, algunos más azarosos que causales.

REFERENCIAS (MLA):

- “Past human expansions shaped the spatial pattern of Neanderthal ancestry Range expansions impact introgression distribution” Science Advances, doi:[[LINK:EXTERNO|||http://dx.doi.org/10.1126/sciadv.adg9817" target="_blank">]]