
Arqueología
Hace 1,8 millones de años, estos humanos vivieron una de las muertes más terroríficas posibles
El destino de dos individuos de una especie ancestral se entrelazó con la brutalidad de la sabana africana encarnada en cocodrilos y leopardos

La historia de la evolución humana está repleta de descubrimientos que reconfiguran nuestra comprensión del pasado. Uno de esos episodios se centra en el Homo habilis, una especie extinta de homínido que representa uno de los primeros eslabones de nuestro propio género, el Homo. Su aparición se remonta a hace aproximadamente 2,4 millones de años en el este de África.
Estos homínidos, cuyo nombre significa "hombre hábil" o "capaz" en latín, se extinguieron hace alrededor de 1,65 millones de años. Eran considerados fabricantes de herramientas competentes, un rasgo que sugiere un nivel de cognición y complejidad social notable para su época, situándolos como una pieza clave en nuestro árbol genealógico.
Sin embargo, más allá de sus habilidades, la vida de nuestros ancestros estaba dictada por las implacables fuerzas de la naturaleza. Un hallazgo de gran relevancia en la famosa Garganta de Olduvai, en Tanzania, ha arrojado luz sobre el dramático final que pudieron sufrir algunos de estos individuos primigenios.
El legado de los "hombres hábiles" y su rastro fósil
El Homo habilis es una especie de envergadura en la línea evolutiva humana, principalmente por la evidencia de su destreza en la manufactura de útiles. Este desarrollo tecnológico apunta a capacidades cognitivas superiores y a estructuras sociales más elaboradas de lo que se podría esperar para un homínido tan antiguo, tal y como recoge el medio Ifl Science.
Uno de los primeros y más importantes especímenes de esta especie fue el OH 7 (Olduvai Hominid), descubierto en la década de 1960. Se encontraron el cráneo, la mano y huesos del pie de un homínido juvenil en medio de la Garganta de Olduvai, un yacimiento paleontológico fundamental en Tanzania y que ha dado algunos de los hallazgos científicos españoles más relevantes.
La identificación de OH 7 fue inicialmente objeto de una considerable controversia entre los investigadores. Algunos llegaron a sugerir que los restos podrían pertenecer a otra especie ya conocida, el Australopithecus africanus, pero finalmente se aceptó que los huesos representaban a un homínido de reciente descripción.
Un final brutal en la sabana primigenia
En la misma región de Olduvai, se descubrieron otros fósiles de Homo habilis, entre ellos dos especímenes particularmente notables: OH 8 y OH 35. Los restos fosilizados de estos dos individuos revelan un final especialmente brutal y desolador, que ilustra las duras condiciones de supervivencia en aquel periodo.
Según un estudio publicado en 2012 en el Journal of Human Evolution, el pie de OH 8 y la pierna de OH 35 muestran indicios claros de haber sido arrancados por cocodrilos de tamaño medio. Pero, como si esto no fuera suficiente, los restos de OH 35 presentan, además, marcas consistentes con la mordedura de un felino similar a un leopardo.
Existe un debate abierto entre los científicos acerca de si los restos de OH 8 y OH 7 corresponden, en realidad, al mismo individuo. De ser así, este joven homínido habría sufrido un destino igualmente crudo, ya que la mandíbula de OH 7 también porta marcas de mordedura de un leopardo, junto con los daños atribuibles al reptil.
La investigación de 2012 concluyó que, en el caso de que OH 8 y OH 7 fueran el mismo individuo, este juvenil fue consumido por ambos tipos de carnívoros: un felino y un cocodrilo. Además, OH 35 también exhibe pruebas inequívocas de haber sido devorado por depredadores de ambas especies.
Aunque es imposible reconstruir con total certeza la escena de estos trágicos eventos ocurridos hace casi dos millones de años, los investigadores consideran improbable que todos los individuos perecieran en un ataque conjunto de cocodrilo y leopardo. Es más factibleque murieran por separado, quizás a causa de un ataque animal o por otras causas naturales, y que sus cuerpos fueran posteriormente devorados por diferentes depredadores, dejando así un testimonio impactante de la implacable vida en la prehistoria.
✕
Accede a tu cuenta para comentar