Astronomía

Mañana tenemos el último evento astronómico del año: una superluna que no volveremos a ver hasta 2042

Se verá hasta un 30% más brillante y será la más alta en el cielo en todo el año.

La superluna fotografiada por el IAC
La superluna fotografiada por el IAClarazon

La última Luna llena del año promete ser espectacular. Se trata de la conocida (al menos en el hemisferio norte) como la Superluna fría, la última del año, que se alzará en el cielo nocturno el 4 de diciembre , y representa una combinación poco habitual de condiciones astronómicas: una luna llena muy cercana a la Tierra y una posición inusualmente alta en el cielo, lo que la convierten en un evento digno de contemplar.

¿Qué es exactamente una “superluna”? En astronomía, una “superluna” ocurre cuando la fase de luna llena coincide con el perigeo lunar, el punto de su órbita más cercano a la Tierra. En esa circunstancia, la Luna puede verse hasta un 14 % más grande y hasta un 30 % más brillante que cuando está en su punto más lejano (el apogeo).

Eso no significa que el disco lunar cambie radicalmente de tamaño, pero sí lo suficiente como para que con buen cielo, poca contaminación lumínica y horizonte despejado, la diferencia se note, especialmente al salir o ponerse la Luna.

Pero en este caso, estamos ante una superluna especial por varios motivos. El primero es que es la última Luna llena del año 2025 y la que más alta se verá en el cielo en el hemisferio norte hasta 2042, circunstancia producida por su cercanía al solsticio de invierno.

Su distancia estimada será de unos 357.218 km, mucho más cerca de la media lunar (~384.472 km), lo que refuerza su brillo y tamaño aparentes. Para astrónomos amateurs, observadores de cielo e incluso fotógrafos, esta superluna ofrece una oportunidad ideal, ya que al salir sobre el horizonte, puede apreciarse grande y dominante, un buen momento para retratos lunares, paisajes con luna, siluetas.

Al estar tan alta, será visible desde el atardecer hasta buena parte de la noche, incluso en zonas con obstáculos bajos (árboles, edificaciones pequeñas). Si el cielo está claro y lejos de contaminación lumínica se podrán observar cráteres, mares lunares y rasgos superficiales con telescopios sencillos, binoculares y hasta con teléfonos con buenos zoom.

La Luna estará prácticamente llena la noche del 4 al 5 de diciembre; el mejor momento suele ser al salir o pocas horas después. Si queremos fotografiarla, lo mejor es buscar alguna referencia, como un árbol, una silueta humana o una edificación, para dar idea de perspectiva.

Eso sí, vale la pena aclarar que una superluna no un presagio de terremotos ni mareas devastadoras, solo es un testimonio de lo que ocurre cuando el cielo, la órbita y la física se alinean para ofrecer un espectáculo natural que no depende de pantallas: solo de mirar hacia arriba.