Astronomía

Nueva imagen de 3I/ATLAS: tiene múltiples colas, algo nunca visto

Se han detectado cuatro o cinco colas distintas, incluyendo una estructura que parece emerger directamente del núcleo.

3i/ATLAS
¿Propulsores? Es una de las especulacionesSatoru MurataSatoru Murata

El cometa interestelar 3I/ATLAS no solo se parece a los cometas de nuestro sistema solar: últimamente está mostrando una morfología de cola muy compleja que está desconcertando a astrónomos de todo el mundo. En imágenes recientes se han detectado cuatro o cinco colas distintas, incluyendo jets bien definidos, una anticola y una estructura muy colimada que parece emerger directamente del núcleo.

¿Qué significa que tenga múltiples colas? La mayoría de los cometas tienen dos colas principales, una cola de polvo, formada por partículas de polvo que son empujadas por la presión de la luz solar, o una cola iónica, hecha de gases ionizados por el viento solar que son arrastrados en la dirección opuesta al Sol.Pero con 3I/ATLAS vemos algo más complejo. Observaciones realizadas el 8 de noviembre por Michael Jaeger, Gerald Rhemann y Enrico Prosperi muestran un “spray” de jets y plumas muy estrechas, más de lo habitual en cometas, y también una anticola apuntando en dirección del Sol.

Un filtro especial usado por astrónomos ha permitido revelar esta estructura: dos colas bien distintas, una emisión interna muy colimada y una anticola alineada con el plano orbital. ¿Por qué es tan raro o inusual? Hay varias razones por las que esta morfología llama poderosamente la atención. Que salgan varios chorros (jets) desde el núcleo sugiere que hay varios “puntos activos” liberando gas y polvo, no solo uno. Eso puede indicar una superficie muy irregular o múltiples regiones activas.

La anticola, por otra parte, es una estructura de polvo que, desde nuestra perspectiva, parece apuntar hacia el Sol. No siempre es real en el sentido de que el polvo vaya hacia el Sol: a veces es un efecto óptico, pero en el caso de 3I/ATLAS algunos estudios ya proponen que el motivo es una anisotropía en la sublimación (el hielo se sublima de forma desigual en diferentes partes del cometa).

Imágenes recientes muestran que la cola de iones se ha alargado y se ha hecho más definida, lo que apunta a que 3I/ATLAS está muy “activo” al recibir la radiación solar. A esto hay que sumarle que observaciones con el Telescopio Espacial James Webb (JWST) han detectado que la coma de 3I/ATLAS es especialmente rica en dióxido de carbono (CO₂), más que muchos cometas “normales”. Esa composición puede afectar cómo se forman las colas y cómo se distribuyen los granos de polvo y los gases.

¿Qué implican estos hallazgos? La complejidad de las colas podría dar pistas de cómo fue formado 3I/ATLAS en su sistema de origen. Que tenga mucho CO₂, por ejemplo, podría sugerir que su formación se dio en regiones frías del disco protoplanetario de su estrella madre. Al mismo tiempo, las múltiples colas indican que está perdiendo masa de una manera más activa y diversificada, lo que puede influir en su trayectoria (fuerzas no gravitacionales).

Finalmente, hay que tener en cuenta su “exclusividad”. Si bien algunos cometas locales también muestran jets y estructuras en su cola, el grado de complejidad de 3I/ATLAS lo convierte en un objeto particularmente valioso para comparar procesos de cometas interestelares con los que nacieron en nuestro entorno local.

Sin pruebas que lo demuestren, Avi Loeb, uno de los científicos más citados en lo que respecta a este cometa, señala que parte de esos chorros podrían parecer similar a “propulsores”: no porque crea firmemente que sea una nave, sino porque la actividad parece extremadamente vigorosa y puede requerir explicaciones más amplias.

En definitiva, las múltiples colas de 3I/ATLAS son uno de sus aspectos más enigmáticos y científicos en este momento. No solo nos ofrecen una imagen espectacular, sino que son una ventana a su naturaleza, composición y posibles secretos sobre su origen interestelar.