Salud
Smartphones: hablar 30 minutos por semana incrementa el riesgo de hipertensión
Así lo señala un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología en el que se vincula el tiempo de uso con consecuencias para el sistema cardiovascular.
Los españoles usamos, en promedio, nuestro smartphone 3 horas y 40 minutos al día, con picos por encima de las 5 horas para los más jóvenes, entre 14 y 24 años. Así lo afirma el Informe Digital Consumer by Generation. Si bien durante años se han publicado bulos que vinculan el 5G a enfermedades, un nuevo estudio relaciona el uso del teléfono móvil con un incremento en las posibilidades de hipertensión.
Casi las tres cuartas partes de la población mundial de 10 años o más tienen un teléfono móvil. Al mismo tiempo casi 1.300 millones de adultos de 30 a 79 años en todo el mundo tienen presión arterial alta. La hipertensión es un factor de riesgo importante de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular y una de las principales causas de muerte prematura a nivel mundial. Los teléfonos móviles emiten bajos niveles de energía de radiofrecuencia, lo que se ha relacionado con aumentos de la presión arterial tras una exposición breve. Los resultados de estudios previos sobre el uso de teléfonos móviles y la presión arterial fueron inconsistentes, posiblemente porque incluyeron llamadas, mensajes de texto, juegos, etc.
Ahora un nuevo estudio publicado en European Heart Journal, perteneciente a la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) concluye que hablar por un teléfono móvil durante 30 minutos o más a la semana está relacionado con un aumento del 12 % en el riesgo de presión arterial alta en comparación con menos de 30 minutos. "Lo que importa para la salud del corazón es la cantidad de minutos que las personas pasan hablando por un teléfono móvil, y más minutos significan un mayor riesgo – señala Xianhui Qin, líder del estudio – . Los años de uso o el empleo de una configuración de manos libres no influyeron en la probabilidad de desarrollar presión arterial alta. Pese a ello se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos”.
El estudio examinó la relación entre hacer y recibir llamadas telefónicas y la hipertensión de inicio reciente. El estudio utilizó datos del Biobanco del Reino Unido. Se incluyeron un total de 212.046 adultos de 37 a 73 años sin hipertensión. La información sobre el uso de un teléfono móvil para hacer y recibir llamadas se recopiló a través de un cuestionario de pantalla táctil autoinformado al inicio del estudio, incluidos los años de uso, las horas por semana y el uso de un dispositivo de manos libres/teléfono con altavoz.
Los investigadores analizaron la relación entre el uso de teléfonos móviles y la hipertensión de nueva aparición después de ajustar diversos factores, como edad, sexo, índice de masa corporal, raza, antecedentes familiares de hipertensión, educación, tabaquismo, presión arterial, lípidos en sangre, inflamación, glucosa en sangre, función renal y uso de medicamentos para reducir los niveles de colesterol o glucosa en sangre.
La edad promedio de los participantes fue de 54 años, el 62% eran mujeres y el 88% eran usuarios de teléfonos móviles. Durante un seguimiento de 12 años, 13. 984 (el 7 % de los voluntarios) desarrollaron hipertensión. Los usuarios de teléfonos móviles tenían un 7% más de riesgo de hipertensión en comparación con los no usuarios. Aquellos que hablaban por su teléfono móvil durante 30 minutos o más por semana tenían un 12 % más de probabilidades de tener presión arterial alta de nuevo inicio que los participantes que pasaban menos de 30 minutos en llamadas telefónicas. Los resultados fueron similares para mujeres y hombres.
Si el tiempo de uso semanal era de 30 a 59 minutos, la posibilidad de hipertensión aumentaba un 8%, si aumentaba de 1 a 3 horas por semana, llegaba al 13%, de 4 a 6 horas, el 16% y si se trataba de más de 6 horas alcanzaba el 25%. Entre los usuarios de teléfonos móviles, los años de uso y el empleo de un dispositivo de manos libres/altavoz no se relacionaron significativamente con el desarrollo de hipertensión.
Los investigadores también examinaron la relación entre el tiempo de uso (menos de 30 minutos frente a 30 minutos o más) y la hipertensión de inicio reciente según si los participantes tenían un riesgo genético bajo, intermedio o alto de desarrollar hipertensión. El riesgo genético se determinó utilizando datos del Biobanco del Reino Unido. El análisis mostró que la probabilidad de desarrollar presión arterial alta era mayor en aquellos con alto riesgo genético que pasaban al menos 30 minutos a la semana hablando por teléfono móvil: tenían un 33% más de probabilidad de hipertensión.
“Nuestros hallazgos – concluye Qin – sugieren que hablar por un teléfono móvil puede no afectar el riesgo de desarrollar presión arterial alta siempre que el tiempo de llamada semanal se mantenga por debajo de la media hora. Se requiere más investigación para replicar los resultados, pero hasta entonces parece prudente mantener las llamadas de teléfonos móviles al mínimo para preservar la salud del corazón”.
Hay que tener en cuenta que el estudio determinó que el aumento de la presión arterial se detectó en apenas un 7% de los encuestados y que los resultados no indican que el dispositivo sea el culpable directo de este aumento, también puede ser que el estrés de las conversaciones que mantenemos, realizar varias tareas al mismo tiempo o la necesidad de estar comunicados de forma permanente, influyan en los resultados.
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