Hogar
Unos minutos encendido y el calienta camas Orbegozo derrite ese frío que se cuela hasta en los huesos
Un pequeño acumulador de calor que convierte la cama en un refugio templado durante horas

Hay noches de invierno en las que ni el nórdico más grueso parece suficiente. Ese frío que se mete en los pies y tarda una eternidad en irse puede arruinarte el sueño. Por eso hay quien recurre a soluciones sencillas como el calienta camas Orbegozo CE 6000, que sorprende por lo rápido que funciona. Basta con enchufarlo unos minutos para que la cama coja un calor suave que dura varias horas. Ahora está por 16,5€ en AliExpress con el código BFES03, y para muchos es el pequeño truco que convierte las noches heladas en algo más llevadero.
Un sistema termoacumulador que calienta rápido y mantiene la temperatura

Este modelo funciona con un termoacumulador interno, un elemento refractario que guarda el calor una vez que se desconecta. Es decir, no está pensado para usarlo encendido mientras duermes, sino para calentar la cama antes de meterte en ella. Ese detalle hace que sea práctico y seguro a la vez: lo enchufas unos minutos, acumula energía y después lo apagas para disfrutar del calor retenido durante horas.
Los 850 W de potencia ayudan a que el calentamiento sea rápido. En noches especialmente frías, notas cómo el colchón cambia de temperatura en poco tiempo, dejando esa sensación tan agradable de cama “precalentada” que hace más fácil conciliar el sueño. Además, como el aparato es compacto —solo 18 x 18 x 5 cm— se mueve con facilidad y se guarda sin ocupar espacio cuando acaba el invierno.
La funda incluida es un extra útil: protege el acumulador y hace que el tacto sea más cómodo al manipularlo. También incorpora piloto indicador, que permite ver de un vistazo si está en funcionamiento, y un sistema de seguridad contra sobrecalentamiento, importante en cualquier dispositivo que genere calor.
Una solución práctica para las noches frías sin necesidad de encender la calefacción
Lo interesante de este calienta camas es que no compite con mantas eléctricas ni braseros: es un sistema distinto, pensado para quienes prefieren evitar cables en la cama o mantener dispositivos encendidos mientras duermen. El calor que acumula es progresivo, estable y suficiente para mantener la cama templada durante bastante rato, algo muy útil si eres de los que tardan en entrar en calor.
En dormitorios grandes o muy fríos, se vuelve especialmente efectivo. Y para quienes viven en zonas con inviernos húmedos —donde el frío parece traspasar hasta los huesos— resulta una solución sencilla y económica que mejora la noche sin tirar de calefacción central. Además, como se alimenta con corriente normal y se apaga tras unos minutos, el consumo energético es bajo comparado con tener radiadores encendidos durante horas.
Este tipo de dispositivos también se agradecen en segundas residencias, habitaciones poco aisladas o casas donde la calefacción tarda en arrancar. Es ese pequeño gesto antes de dormir que cambia por completo la sensación al meterte en la cama.
Un aliado silencioso para entrar en calor sin complicaciones
Para quienes buscan comodidad sin aparatos voluminosos ni configuraciones complicadas, este modelo es de los que se usan una vez y ya no se quiere guardar. Es discreto, calienta bien y aporta esa sensación de descanso que solo se entiende cuando, al meterte en la cama, ya está todo a la temperatura perfecta.
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