El presidente Puig está convencido de que las empresas de sus hermanos cumplieron la legalidad

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado hoy que «está absolutamente convencido» de que las subvenciones públicas que recibieron las empresas de su hermano se dieron de acuerdo a la normativa, y trasladó la responsabilidad a la profesionalidad y el buen hacer de los técnicos de la Administración.

«Cualquier ayuda que se de a una empresa está valorada por técnicos de la Generalitat. Yo confío absolutamente en ellos que son los que deciden». Así lo ha asegurado Puig a los periodistas tras mantener una reunión con el embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott. En esta ocasión, Puig volvió a acusar a los partidos de la oposición y muy especialmente al PP, de intentar erosionar la figura del presidente, después de conocer que los populares han ampliado la querella contra los hermanos de Puig y sus socios.

El presidente incidió en que no tiene nada que ver con las ayudas que han recibido las empresas investigadas y que todas ellas dependen de los técnicos. «No tengo nada que ver con estas ayudas, sabe todo el mundo que han sido funcionarios y, si alguna cosa o en algún momento determinado no se ha hecho correctamente, tendrá la correspondiente sanción administrativa o judicial que corresponda. Y hasta ahí ha llegado al historia».

Tampoco tiene «ni la más remota idea» del expediente sancionador abierto por la Conselleria de Economía contra las empresas de su hermano y sus socios por presuntamente pactar precios en la adjudicación de una serie de contratos de retransmisión de À Punt. Y añadió que cree que «hay que hacer las cosas bien siempre», al tiempo que manifestaba su «plena confianza» en los funcionarios de la Generalitat, en la justicia y en se actúe en correspondencia».