Tribunales

Una comunidad de vecinos gana la batalla a una operadora que había «invadido» su azotea

Una sentencia obliga a Orange a respetar la superficie pactada en el contrato y que la compañía telefónica había duplicado instalando más aparatos de los acordados

Hasta 2008 las comunidades que tenían una estación de telefonía móvil en sus azoteas recibían una media de 13.000 euros. Sin embargo, las compañías supieron negociar con la llegada de la crisis y lograron ajustar los precios hasta bajarlos hasta los 9.000 euros
Hasta 2008 las comunidades que tenían una estación de telefonía móvil en sus azoteas recibían una media de 13.000 euros. Sin embargo, las compañías supieron negociar con la llegada de la crisis y lograron ajustar los precios hasta bajarlos hasta los 9.000 euroslarazonLa Razón

Luchar contra una compañía de telefonía móvil no siempre es fácil. Sin embargo, unos vecinos del Puerto de Sagunto (Valencia) se empeñaron en hacerlo y no por dinero, sino más bien por defender sus derechos.

Como muchas otras azoteas, la de esta comunidad tiene una estación de telefonía móvil, en este caso, de Orange. Por ceder su espacio reciben una renta mensual que viene muy bien para aliviar las derramas. Sin embargo, llevaban tiempo sorprendidos por el trasiego de técnicos subiendo y cada vez, había más aparatos. Una búsqueda en «Google» fue suficiente para contactar con una empresa valenciana pionera en cazar a las compañías que abusan de los contratos firmados con los vecinos.

El gerente de esta compañía, Francisco Niederleytner, revisó la instalación y constató que se había ocupado más superficie de la que indicaba el contrato firmado en 199. «Se pactaron 15 metros cuadrados de superficie y la operadora ocupa más del doble. Para colmo, subarrendó a las operadoras Vodafone y Movistar, por lo que ahora hay tres haciendo negocio desde esta azotea».

Los vecinos le solicitaron que se acogiese a la pactado, pero Orange se negó y les ofreció más dinero. Sin embargo, la comunidad no aceptó, el asunto acabó en los tribunales y con la victoria de los vecinos. La jueza dictó que Orange debía volver a la superficie pactada.

Durante el juicio la operadora alegó que los cambios que se pedían afectarían gravemente al servicio de las tres compañías y por tanto, habría problemas de cobertura.

La sentencia admite que esto puede ocurrir, pero aún así, asegura que como la compañía ha incumplido el contrato «excediéndose en lo pactado» debe ajustarse a lo demandado. Además, condena a Orange a pagar las costas.

La jueza da un plazo de cuatro meses, desde que la sentencia sea firme, para eliminar todos los elementos que no estaban recogidos en el contrato. La compañía ha comunicado que recurre la sentencia y gana así más tiempo antes de modificar la estación.

Azoteas estratégicas

Las operadoras no suelen abandonar a la primera de cambio las azoteas donde tienen instaladas sus estaciones. Sobre todo, si se trata de un emplazamiento «estratégico», donde saben que cualquier cambio podría dar problemas de cobertura.

La clave, por tanto, es averiguar si la azotea en cuestión tiene estas características. «Las compañías saben que es difícil lograr nuevos lugares para instalar sus estaciones. Existen muchas reticencias sobre esta cuestión. Sigue habiendo miedo a que puedan estar relacionadas con determinadas enfermedades», asegura Niederleytner. Es decir, los vecinos tienen mucho que ganar si saben jugar sus cartas y las compañías, esta vez sí, tienen que acabar por aceptar las condiciones del consumidor.