Estado de alarma
Si te quieres divorciar, no lo digas ahora
Abogados valencianos prevén un aluvión de demandas de divorcio tras la alarma
Los abogados valencianos prevén que después del confinamiento y conforme se vaya avanzando en la desescalada, se va a producir un “aluvión” de demandas de divorcio, similar al que ha ocurrido en China. La paralización de los juzgados durante el estado de alarma ha impedido que se presente ninguna dentro de lo que podríamos calificar del ritmo habitual de este tipo de trámite judicial, pero además, a las “habituales” que se haya acumulado en estos dos meses, habrá que añadir las que haya provocado la estrechísima convivencia en el hogar durante más de dos meses.
Desde el despacho de Castillo Castrillón Abogados se lanza una recomendación interesante: si quieres divorciarte, no lo digas ahora.
El director del bufete, Ignacio Castillo explica que "no es el mejor momento para tomar una decisión o comunicárselo a la pareja”, puesto que podría contribuir a elevar el nivel de tensión y hacer la convivencia insoportable. Por ello muchos abogados recomiendan esperar unas semanas para tomar la decisión definitiva. “Una vez se relaje el nivel de estrés muchas parejas podrán reconducir su situación, y en el caso de no poder hacerlo, ya estarán en condiciones de que alguno de los dos se pueda ir de casa o de acudir a los Juzgados a medida que se vaya recobrando lo que el Gobierno ha llamado nueva normalidad”.
Ignacio Castillo Castrillón recuerda también que “tradicionalmente los meses con más solicitudes de divorcios en España son los de septiembre y enero, coincidiendo con el regreso de las vacaciones de verano y Navidad, y por tanto con las épocas del año en que la convivencia familiar se intensifica, algo que ha alcanzado su máxima expresión durante un confinamiento que lejos de suponer un tiempo de relajación y tranquilidad, ha aportado incertidumbre, problemas económicos y un elevado nivel de estrés a muchas familias”.
El abogado incide en que este problema tendrá una mayor repercusión “en familias desestructuradas o en las que ya existiera algún tipo de conflicto previo al confinamiento”. Estos conflictos, muchas veces inadvertidos en el seno de una convivencia donde los dos miembros de la pareja disponen de diferentes válvulas de escape como el trabajo, el deporte o los amigos, pueden estallar durante una permanencia forzada en casa, sin medidas de desahogo emocional que contribuyan a reducir el nivel de estrés con los demás miembros de la familia.
Castillón Castrillón recuerda además, que esto ya ha pasado en China, “aunque existen evidentes diferencias tanto sociales como de los sistemas judiciales, China sirve sin duda como un referente para poder entender y anticipar lo que podría ocurrir en otras regiones del mundo, máxime si tenemos en cuenta el carácter mucho más abierto, emocional y acostumbrado a las libertades individuales de la sociedad española frente a la china, más fría y hermética”.
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