Ximo Puig

Puig retrasa el cierre de la Comunitat Valenciana a la espera de que se confinen las autonomías limítrofes

Oltra presiona para que se adopten medidas, “salvar la Navidad es que no falte nadie en la mesa”

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo PuigJuan Carlos CárdenasEFE

Las cincomedidas que adoptó la Generalitat valenciana el pasado sábado para contener la pandemia no son suficientes. Los datos conocidos ayer, conmás de mil contagios y 19 fallecidos, han colocado a la Comunitat Valenciana en el nivel previo a la máxima alerta.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que el Gobierno valenciano no descarta adoptar nuevas restricciones en las próximas horas en aquellas localidades con un índice de mayor agresividad mayor del virus.

Sobre la posibilidad de cerrar el territorio valenciano, Puig prefiere esperar a ver qué decisiones adoptan las regiones limítrofes, aunque ha admitido que si es necesario se decretará el confinamiento perimetral de la Comunitat Valenciana antes de Todos los Santos, donde sí hay puente en regiones como Madrid o Murcia.

En este sentido, ha pedido a los ciudadanos responsabilidad en los desplazamientos.

Preguntado sobre si se plantea un confinamiento de toda la Comunitat o por provincias, ha contestado que en este momento se están evaluando las situaciones de algunas “poblaciones o comarcas concretas que tienen un índice de mucha más agresividad de la enfermedad en este momento”.

Oltra presiona para "salvar vidas”

La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, ha defendido que “salvar la Navidad es que esté todo el mundo en la mesa”, aunque no se trate de “la misma mesa”. No ha descartado un cierre perimetral de la Comunitat, con el argumento de que si con ello se garantiza que el virus no se expande y se protege la vida y la salud de las personas, “para mí será una medida necesaria y se deberá poner en marcha”.

Oltra ha insistido en que el Consell debe tomar decisiones valientes a pesar de que los “lobbies” presionen para intentar anteponer los intereses económicos a la salud. “Sus dirigentes no exponen su salud ni la de sus familias porque no usan el transporte público, pueden pagar un hospital privado en caso de saturación o permitirse clases particulares en casa para sus hijos”.