Mónica Oltra
Choque en el Gobierno valenciano, Oltra pide más restricciones pese a “las presiones de los grandes lobbies”
La vicepresidenta de Compromís denuncia que los empresarios “no exponen la salud de sus familias porque no usan el transporte público y pueden pagar un hospital privado”
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, es partidaria de aplicar medidas más restrictivas que las adoptadas hasta el momento para frenar la expansión del coronavirus, y denuncia las presiones que ejercen los grandes “lobbies” económicos para intentar anteponer los intereses económicos a la salud.
Oltra, que ha participado en los desayunos de la Agencia Efe en el Colegio de Abogados de Valencia, defiende la aplicación del estado de alarma porque da “un paraguas y seguridad jurídica” a las medidas adoptadas en cada territorio, pero se pregunta si éstas “se quedan cortas” ante el crecimiento de contagios, de ingresos hospitalarios y de ocupación de camas UCI.
Rechaza “el falso debate” que plantea la dicotomía entre salud y economía, alimentado, a su juicio, “por los grandes lobbies económicos”, cuyos dirigentes no exponen su salud ni la de sus familias porque no usan el transporte público, pueden pagar un hospital privado en caso de saturación o permitirse clases particulares en casa para sus hijos.
“Hay que sostener a las familias, pero no es el señor del bar el que está haciendo una presión que determina muchas veces la toma de decisiones”, ha afirmado, porque “el señor del bar “sí que expone su salud y la de su familia”. ”Las presiones son evidentes", afirma Oltra, quien asegura que a ella no le ha llamado directamente nadie para decirle nada, pero señala que esas presiones “llegan”, sobre todo “cuando tienes determinadas reuniones” y “son sutiles, pero tampoco tanto”.
Medidas más restrictivas
La vicepresidenta aboga por la adopción de cualquier medida que frene la expansión del virus, “aunque sean duras” e incluso “en un sentido más estricto” que en la actualidad, y propone sostener desde lo público a las familias y a los sectores económicos afectados por esas restricciones.
Los recursos para ese apoyo saldrían, según dice, del ahorro en gasto sanitario que supondría el control de la pandemia. “Si calculamos lo que vale un ingreso hospitalario de una persona un mes, con quince días de UCI, ¿cuánta economía se puede salvar con lo que te ahorras?”.
“Al final es hacer un cálculo del coste que nos vamos a ahorrar en gasto sanitario si controlamos la pandemia, e inyectar ese dinero en los sectores económicos productivos”, señala, y asegura que esta cuestión debería tratarse a nivel nacional o incluso a nivel europeo.
No marcar límites
Mónica Oltra considera que es un error marcar límites para el final de la pandemia con planteamientos de intentar “salvar el verano” o “salvar la Navidad” porque de lo que se trata es en estos momentos es de “salvar vidas”, ya que “sin vidas no habrá Navidad”.
La vicepresidenta pide “ponerse muy serios” con este asunto porque, de lo contrario “estaremos en estas olas de idas y venidas, desconcertando a la población y sumiéndonos colectivamente en un pozo de tristeza y desesperanza”.
Para hacer frente a esta pandemia, la vicepresidenta del Consell cree necesario desterrar el partidismo y sentarse a hablar y contrastar opiniones, “desde el debate de ideas, no desde el regate corto del partidismo y de la lucha por el poder”.
En este sentido, entiende que ni era el momento ni tiene ningún sentido presentar una moción de censura, que traslada a los ciudadanos la sensación de que “la política está alejada de la vida real” y los políticos se dedican hablar “de cosas ajenas la preocupaciones actuales de las personas”.
Hacer frente a la pendemia es “el gran reto que tenemos por delante” y la política “debería responder a ese reto”, afirma Oltra, quien asegura que desde el Consell están haciendo lo que pueden “con todas la capacidades al cien por cien”.
Sobre la situación de las residencias, asegura que existe preocupación por la llegada del invierno pues las personas que allí viven son mayores, generalmente, con un grado dos o tres de dependencia, y será necesario buscar un equilibrio entre la necesidad de ventilar y el bienestar y confort de los usuarios.
“El frío es enemigo de los mayores y, por lo que dicen los estudios, aliado del virus, y eso nos expone a más riesgos”, explica la también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, aunque destaca que el porcentaje de muertes de mayores en residencias es menor que el de mayores fallecidos en población general por el virus.
No obstante, asegura que han aprendido de los últimos meses y cuentan con material de protección suficiente y con protocolos, y los brotes que surgen se van controlando “de manera razonable”, salvo excepciones en las que luego tendrán que estudiar qué ha pasado.
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