Política
La ciudad de Valencia acogerá el próximo mes de octubre dos actos con los que se dará por inaugurado el curso político en el ámbito estatal y, quién sabe, si también una precampaña electoral.
El presidente del PP, Pablo Casado, anunció esta semana que el «cap i casal» será el escenario en el que los populares pongan punto y final a una convención itinerante que recorrerá seis ciudades durante siete días y en las que los populares redefinirán su ideología.
Con los congresos regionales ya resueltos, servirá para que los populares presenten las bases de un PP que quiere recuperar el Gobierno de España y de aquellas regiones donde fueron el partido hegemónico, como la Comunitat Valenciana.
La cita será el 2 y el 3 de octubre, una fecha que permite a los populares adelantar a los socialistas en el calendario, aun habiendo anunciado su elección más tarde.
El PSOE celebrará su 40 congreso federal del 15 al 17 de octubre. No es la primera vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, escoge Valencia como sede de un acontecimiento de especial relevancia.
Lo hizo en noviembre cuando presentó el Plan de Recuperación de Transformación y Resilencia e incluso optó por la ciudad del Turia para cerrar la campaña electoral de 2019 en un acto multitudinario poco viable en esta era de la pandemia.
Por tanto, es el PP de Pablo Casado el que ha levantado la cuarentena a la Comunitat Valenciana. Fue Valencia donde Mariano Rajoy fue escogido presidente del PP en 2008 y donde el partido mantuvo de 1995 a 2015 la mayoría absoluta. Era el PP de Francisco Camps, el mismo que después cayó en desgracia, donde se puso el foco de la corrupción y al que se le aplicó un cordón sanitario que ahora ha quedado eliminado.
Casado recuerda siempre que viene a la Comunitat que él es «medio» valenciano- su mujer es ilicitana-. Mantiene una conexión natural que ahora se ha visto incrementada con la candidatura de Carlos Mazón a la presidencia del PPCV. El próximo 3 de julio el también presidente de la Diputación de Alicante será elegido líder de los populares valencianos, su sintonía con la dirección nacional es total y fue él quien logró convencer a Casado de que Valencia era el lugar perfecto para relanzar al PP.
De fondo, tanto en la decisión de los populares como en la de los socialistas, está el Gobierno del Botànic. Para el PSOE el Consell de Ximo Puig es el símbolo de cómo los Gobierno del cambio se han consolidado, mientras que al PP le interesa incidir en que este proyecto está acabado porque Casado sabe que si no recupera la Comunitat Valenciana no llegará a la Moncloa.