Sanidad

Los expertos sobre la vuelta a la rutina: no hay un remedio infalible, pero sí diez consejos para sobrevivir

Estos son los síntomas que se deben identificar para que el fin de las vacaciones no provoquen problemas mentales

Dos de las terapeutas del grupo Ribera Salud
Dos de las terapeutas del grupo Ribera SaludLa RazónLa Razón

“Después del verano y el descanso, muchos de nosotros hacemos acrobacias para encajar las obligaciones laborales con las agendas de los niños y la gestión familiar. Afrontar la vuelta a la rutina puede desencadenar sintomatología ansiosa, sentimientos de tristeza, apatía, fatiga mental y física e incluso somnolencia”, explica Belén Vázquez, psicóloga del hospital Ribera Polusa (Lugo).

Cristina Díaz, enfermera especialista en Salud Mental del Hospital Universitario de Torrejón, añade como síntomas típicos de la dificultad para volver al día a día irritabilidad, desmotivación, falta de atención, memoria y concentración, pensamientos negativos, baja autoestima, inseguridad y problemas de sueño o apetito.

Sobre todo, asegura, “se identifican estos síntomas en personas con tendencial al control y perfeccionistas, obsesivos y personalidades fóbicas, temerosas y evitativas”. Virginia Pérez, psiquiatra del Centro de Salud de El Toscar, en el Departamento de Salud de Vinalopó-Elche que gestiona el grupo Ribera, añade que “las personas con baja capacidad de adaptación al cambio y mala adaptación al puesto de trabajo son también perfiles que sufren con más frecuencia el estrés de la vuelta a la rutina”.

 

David Martínez, psicólogo clínico de la Unidad de Salud mental del Hospital de Torrejón, explica, por su parte, que el regreso tras los días o semanas de asueto en la playa, el campo o la montaña y la ansiedad por recuperar el tiempo ausente o ponernos al día pueden provocar también “dificultad para desconectar cuando no estamos trabajando y una disminución o pérdida de la capacidad para disfrutar en el tiempo libre”.

Estos síntomas, añade Belén Vázquez, psicóloga de Ribera Polusa, “no son un síndrome o una enfermedad en sí mismos, pero pueden interferir en nuestro desempeño laboral y en nuestro bienestar personal”.

Para intentar evitar esta sintomatología o moderarla, los especialistas en Salud Mental del grupo Ribera facilitan diez consejos para una vuelta a la rutina saludable. Pero insisten en que si los síntomas se prolongan o nos superan, es importante pedir ayuda a un especialista.

  • Evitar, en la medida de lo posible, la vuelta brusca. No es buena idea reincorporarse a las pocas de horas de bajar de un avión.
  • Hacer una lista de prioridades, de mayor a menor urgencia.
  • Organizar los días y semanas con cierta flexibilidad.
  • No mezclar horarios de vacaciones y de rutina de trabajo y mantener horarios regulares de sueño.
  • Paciencia. No desesperarse por estar al 100% nada más llegar. Darnos tiempo para equilibrar las demandas del trabajo diario y organizar la vuelta.
  • Asumir que, aunque cueste, nos adaptaremos como cada año. Pedir ayuda si hace falta.
  • Incorporar o retomar actividades deportivas y/o de ocio que ayudan en la sensación de orden y horarios.
  • Poner en valor los momentos agradables y divertidos en el trabajo, como el reencuentro con compañeros o los proyectos laborales ilusionantes.
  • Evitar la queja continua. No aporta nada positivo y puede enturbiar el ambiente de trabajo.
  • Aceptar y entender cómo nos sentimos y aprender a tratarnos con amabilidad y cariño.