Los socialistas valencianos rechazan el “impuesto al lujo” de Compromís: “No es momento de improvisaciones”

“No es momento de improvisaciones”. Es el mensaje lanzado ayer desde el PSPV después de que el pasado martes los portavoces de Compromís anunciaran que exigirán en la mesa de negociación sobre la reforma fiscal un nuevo “impuesto al lujo” que impida poner a nombre de las empresas bienes de lujo de uso particular.

La formación nacionalista realizó el anuncio tras una Ejecutiva en la que lanzaron balones fuera sobre la pugna por la sustitución de Mónica Oltra en las listas electorales. “No ha habido ninguna fractura”, señalaba Águeda Micó, a pesar de que la actual vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, puso en evidencia el conflicto interno al no acudir a un acto de partido con Joan Baldoví el pasado fin de semana después de que este anunciara su intención de presentarse como candidato a las primarias.

El “impuesto al lujo” y la presión sobre los socialistas en torno a una reforma fiscal que no acaba de convencer a los nacionalistas, les sirvió como cortina de humo para no abordar el tema que realmente más les preocupa en estos momentos.

En cualquier caso, desde el PSPV ayer lo dejaron claro. El marco fiscal para el año que viene será el anunciado la semana pasada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en Les Corts, es decir, bajadas de impuestos a través de las reducciones de tramos de IRPF a las clases trabajadores. “No es momento de aumentar la presión fiscal con nuevos impuestos o subiendo los tributos a los ricos”, señalaron estas fuentes, que recordaron además que el Gobierno central ya se ha encargado de establecer tributos a las grandes fortunas y a las compañías eléctricas.

Pero más allá de las opiniones de unos y de otros, lo cierto es que PSPV y Compromís están condenados a entenderse. La ya famosa reforma fiscal deberá integrarse en los Presupuestos de la Generalitat valenciana de 2023, que se negocian en un mesa de diálogo en la que se encuentran representados los tres partidos del Botànic II. Tal y como apuntó ayer el coportavoz de Compromís, Alberto Ibáñez, “si la reforma no es coherente y refleja la necesidad de que paguen los que más tienen”, no se aprobará.

“Compromís ridiculiza a Puig”

Por su parte, el portavoz de Economía en Les Corts, Rubén Ibáñez, criticó ayer que la reforma fiscal planteada por Puig es la gran desconocida, “tanto el trazo grueso como el fino”. Lo q está claro, dijo Ibáñez, es que “Compromís quiere dejar en ridículo a Puig después de sus anuncios en solitario” y se mostró convencido de que la reforma anunciada por el presidente no verá la luz en los términos en los que fue planteada la semana pasada.

El popular añadió que el Gobierno de Puig y sus socios “ha recaudado 1.800 milllones de euros más que el año pasado hasta el pasado mes de agosto y, por tanto, se trata de bajar impuestos y no de subir más la altísima presión fiscal q sufren los valencianos”. El popular añadió que “con la rebaja fiscal de Puig y Sánchez, ningún mil eurista se verá beneficiado, ya que hasta los 14.000 euros no hay obligación de hacer la renta”.

Sobre el deseo de Compromís de que algún miembro de la Generalitat esté representado en los consejos de administración de empresas que reciben financiación pública, Ibáñez indicó que se trata “del último acto de notoriedad de Compromís, quienes se han demostrado incapaces de gestionar el sector público valenciano y ahora parece que ante la pérdida de cargos públicos, buscan refugio en consejos de administración de empresas privadas”. Ibáñez recordó que con Compromís y PSPV el sector público valenciano ha perdido desde 2016, más de 1.800 millones, “por tanto no son ejemplo de gestión empresarial”.