Agricultura

Síntomas de la Pyricularia, el enemigo número uno del cultivo de arroz bomba en España

Este hongo amenaza a más de la mitad de la producción de la Comunidad Valenciana

Un grupo de flamencos se alimenta en uno de los pocos campos de arroz que aún permanece con una pequeña cantidad de agua en el entorno del Parque Natural de La Albufera, en una imagen del pasado mes de marzo
Un grupo de flamencos se alimenta en uno de los pocos campos de arroz que aún permanece con una pequeña cantidad de agua en el entorno del Parque Natural de La Albufera, en una imagen del pasado mes de marzoManuel BruqueAgencia EFE

Se trata del enemigo número uno para el cultivo del arroz. El hongo Pyricularia oryzae es la principal enfermedad que afecta a este cereal en nuestro país. En la Comunidad Valenciana, los agricultores alertan de que las condiciones meteorológicas y la falta de productos fitosanitarios para atacar la enfermedad han creado el caldo de cultivo perfecto para que esta infección avance de manera desbocada por los arrozales valencianos. De esta forma, aseguran que la reducción de la cosecha en la provincia de Valencia será del 50 por ciento y del 60 por ciento en Alicante.

Según explica María Regla, de BASF Agricultural Solutions España, de todas las enfermedades que pueden afectar al arroz, la piriculariosis es considerada la de mayor importancia por las pérdidas económicas (mermas en la producción) que llega a producir cuando las condiciones son favorables.

Para que la enfermedad avance tienen que cumplirse dos condiciones: que el inóculo esté en la parcela y que se den las condiciones climáticas adecuadas para que comience la infección. Una vez ocurre esto, la enfermedad que empieza en rodales o focos, se propaga rápidamente.

La incidencia y severidad en las diferentes partes de la planta está muy determinada por la variedad. Pyricularia oryzae afecta más a las variedades de grano medio o redondo que a las variedades de grano largo. Para determinar la severidad de la enfermedad, se siguen escalas visuales.

De esta manera, la incidencia se mide por el número de hojas o panículas afectadas con respecto al total muestreado, expresado en porcentaje. Es decir, si hay o no hay enfermedad. Por otra parte, la severidad se valora por la intensidad con la que la enfermedad afecta a las plantas del cultivo. Suelen seguirse escalas de severidad de referencia.

Síntomas

Los síntomas, que comienzan a manifestarse en rodales, se ven a simple vista porque dan aspecto de áreas quemadas y pueden aparecer en cualquier estadio del cultivo: en hojas, tallos, cuello de la panícula y panícula, presentando mayor sensibilidad desde principio de ahijado hasta grano duro y sensibilidad crítica desde máximo ahijado hasta grano lechoso y que condicionarían la producción.

En hojas, la sintomatología son manchas alargadas, de tonos grisáceos en su parte interior y con bordes de color marrón y llegando a amarillentos en el exterior. En panícula, en el cuello de la panícula la sintomatología se presenta en forma de necrosis, que impide la circulación de la savia, llegando a veces a troncharla. Los granos de la panícula pueden quedarse vacíos en las infestaciones más tempranas y en infestaciones tardías quedan manchados.