Un ciudadano alicantino recibe trece veces menos dinero del Estado que un habitante de Soria

Un ciudadano de Soria recibe al año un total de 1.104 euros procedentes del Estado. La cantidad que percibe un alicantino en el mismo periodo es de 84 euros, trece veces menos. De hecho, si se tiene en cuenta la llamada “población flotante”, es decir, las personas que cuentan con segundas residencias en la provincia de Alicante y que roza el millón de personas -976.000 personas- la inversión estatal por habitante es de 56,2 euros. La inversión media por habitante en España es de 282,74 euros.

Este es solo uno de los muchos datos expuestos esta mañana por la delegación empresarial procedente de la Comunidad Valenciana que se ha desplazado hasta la sede de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEOE), en Madrid, al grito de “se acabó”, para exigir a los 32 diputados valencianos en el Congreso -doce de ellos alicantinos- que “se esfuercen” por cambiar lo que consideran una más que “injusta infrafinanciación crónica” de la provincia.

El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro, su representante en Alicante, Joaquín Pérez, el presidente de la Cámara de Comercio en Alicante, Carlos Baño, y el presidente de Ineca, Ignacio Amirola, han puesto sobre la mesa unas cifras que hablan por sí mismas. La provincia de Alicante ocupa la posición 44 (de 52) en inversiones estatales, mientras que es la primera en aportación al PIB sin ser capital. Las inversiones reales del Estado en la provincia han pasado de los 579 millones en el año 2008 a los 160 en 2023, una caída en picado que los empresarios valencianos consideran inasumible.

Además, denuncian que no se trata de una situación coyuntural, sino que se viene agravando durante las últimas dos décadas. De hecho, según un informe de Ineca, la provincia cuenta con un déficit acumulado de más de 3.500 millones de euros desde 2008. La inversión territorializada ha crecido en un 3,3 por ciento en toda España, sin embargo la inversión en Alicante ha decrecido un 12,3 por ciento con respecto a 2022. Solo en los últimos tres años, señala el estudio, se ha recortado la inversión en un 36,8 por ciento.

Según ha explicado Amirola, “nuestras infraestructuras están obsoletas ya que desde 2008 no hemos recibido ninguna inversión de calado importante” y ha añadido que en las últimos dos décadas la renta per cápita en la provincia ha ido perdiendo capacidad, pasando del puesto 22 al 44.

Baño se ha preguntado “cómo es posible que las inversiones en Alicante sean tan bajas teniendo doce diputados en el Congreso, frente a los seis de PNV o los cinco de Bildu, partidos que consiguen muchas más inversiones para sus territorios”. E presidente de la Cámara de Comercio de Alicante ha recordado que “los ciudadanos votamos a los políticos para que nos representen y tienen que ir a una para reclamar lo que nos corresponde a Alicante”.

Tanto él como el presidente de la CEV han entonado un “mea culpa”, ya que “los empresarios valencianos y alicantinos hemos ido siempre por separado y tenemos que ir todos a una”.