El Gobierno valenciano encarga una auditoría sobre el gasto sanitario y plantea una Ley para vigilar las inversiones

En la reforma de la financiación autonómica o, mejor dicho, en la ausencia de la misma, “está fallando la política, la falta de buena política”. Así lo ha considerado esta mañana el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, durante su intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, donde ha añadido que hay “un exceso de excusas, un exceso de cortoplacismo y un exceso de partidismo”.

Pero más allá de la reforma y de los recursos que haya, ha dicho España, la pregunta es “¿estamos gastando bien?, ¿los recursos asignados los estamos utilizando de manera eficiente?, ¿el dinero de los ciudadanos se está optimizando?, ¿se está sacando el máximo partido cuando le devolvemos esos recursos en forma de servicios públicos o prestaciones a los ciudadanos?”.

Y en este sentido, España considera que todavía quedan cosas por hacer. Por ello, ha planteado tres grandes medidas con el objetivo de optimizar y vigilar el gasto público.

Por una parte, una evaluación del gasto sanitario, que se paró durante la pandemia. La Conselleria de Hacienda ha encargado a la Airef la realización de una auditoría de la gestión de las partidas de la Conselleria de Sanidad, una “pieza fundamental de nuestro estado de bienestar” y de la partida más importante del presupuesto: 8.250M€, el 29% del total.

Según explicaron desde la Conselleria de Hacienda, a lo largo de los próximos días la Airef enviará al Departamento de España un plan de acción para llevar a cabo dicha auditoría, aunque se prevé que tarde unos meses en estar finalizada debido a la elevada carga de trabajo del ente supervisor.

Curiosamente, el entonces portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, pidió en julio de 2020, en plena pandemia, que se realizara una auditoría “integral” del gasto público de la Generalitat valenciana para evaluar cada partida, por parte de la Intervención de la Generalitat, para “saber dónde estamos siendo poco eficientes o dónde hay duplicidades y gasto superfluo”. El Consell se encontraba entonces recabando apoyos para el pacto de reconstrucción post-pandemia y Ciudadanos amenazó con no prestar su voto de no aprobarse dicha supervisión.

Compras centralizadas

La segunda de las medidas es potenciar la compra centralizada y ampliarla a más áreas, llegando así también a la compra de suministros del gas o a la redacción de proyectos de consultoría para las instalaciones fotovoltaicas entre otras.

En tercer lugar, España ha anunciado la creación de una Ley de Eficiencia de la Administración Pública, con tres objetivos fundamentales: la evaluación continua de todas las políticas de gasto y valoración de sus resultados; dotar de mayor eficiencia a la gestión de los recursos públicos y establecer procesos de revisión del gasto público.

El objetivo de estas acciones es analizar de forma detallada la efectividad de cada política pública antes de ejecutarla, conocer los resultados de las acciones implantadas y regular un sistema de indicadores evaluables de resultados de las políticas de gasto público.

De esta forma, dice España, se trata de romper inercias de gestión, “estamos acostumbrados a que el análisis sea jurídico y presupuestario pero dejamos de lado si es eficiente”, y de “incorporar de forma continua la eficiencia como criterio básico en la gestión diaria, como el presupuestario y legalidad”.

El conseller ha explicado que se incorporarán “canales de participación para que todos los empleados públicos puedan participar en ese proceso de eficiencia del gasto. Todo el personal de la administración pública puede ejercer de agente de eficiencia”.

La “lealtad” de Sánchez

Por otro lado, preguntado por si considera que el Gobierno central está siendo leal con la Generalitat valenciana en cuestiones como la reforma del sistema de financiación o el trasvase del Tajo-Segura, España ha señalado que “hay cosas que como responsable público tienes que hacer por encima de todo. Uno tiene que ser lea, ¿cuál es el resultado de la deslealtad? que perdemos todos”, y ha añadido que ve “muchos aciertos y lealtades del Gobierno”.

En concreto sobre la reforma de la financiación autonómica, “por una lado o por otro se tiene que hacer, es insostenible a medio plazo un sistema con el volumen de deuda que tienen ahora las Comunidades Autónomas, pero lo que necesitamos es que el acuerdo sea global. Necesitamos empatía”, ha señalado, en referencia a las autonomías que están bien financiadas y al PP.