Alimentación

Los agricultores alertan: el bienestar animal encarece los alimentos

"Son utopías filosóficas que valen dinero", dicen los productores

Granja de gallinas
Granja de gallinasEric RisbergAgencia AP

La Ley de Bienestar Animal que entró ayer en vigor en la Comunidad Valenciana y que lo hará en breve a nivel nacional, establece una serie de normas para el trato de los animales en granjas y pastos que, según los propios productores, encarecerá el precio de los alimentos. Ya lo advertía el pasado martes el presidente de Mercadona, Juan Roig, durante la presentación de resultados de la empresa. Las causas del encarecimiento de algunos productos alimentarios no hay que buscarlas únicamente en las consecuencias de la guerra de Ucrania, sino que existen otros factores, como las nuevas normativas sobre bienestar animal.

"Si durante el proceso de obtención de los huevos hay que tratar a las gallinas de una determinada manera, el producto se encarece", decía Roig, refiriéndose a las nuevas normas, ya en vigor, sobre el espacio con el que los animales han de contar en las granjas.

Lo mismo explican desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). Su presidente, Cristóbal Aguado, recuerda que, si el ganado tiene que tener más espacio, "o se amplía la granja" o se reduce el número de animales. Señala otras normas, como que se tengan que realizar paradas durante los traslados de animales para que estos puedan descansar. "Todo esto encarece los costes, y al final quien lo paga es el consumidor, son utopías filosóficas", lamenta Aguado, quien además recuerda que en los países de fuera de la Unión Europea no cuentan con estas normas, por lo que su producción será mucho más competitiva.

Para cumplir con estas normativas, señala, muchas de las reformas que se han realizado en las granjas van a quedar obsoletas, por lo que se tendrán que realizar otras nuevas, y contar con un veterinario para realizar el plan de bienestar animal. Todos ellos factores que no solo van a complicar la vida al productor, sino que van a acabar encareciendo productos tan básicos como la leche o los huevos.

"Corremos el riesgo de acabar dependiendo de importaciones para determinados productos", señala y advierte de que "vamos a tener un buen susto de abastecimiento cuando llegue otra pandemia u otra guerra".

Desde su punto de vista, padecemos el "síndrome de las neveras llenas", esto es, la sensación de que nunca nos va a faltar de nada, "pero no es así". "Las próximas generaciones pueden ser más pobres que nosotros".

De hecho, tal y como relataba Juan Roig durante la presentación de resultados de Mercadona, cuando estalló la guerra de Ucrania hubo un desabastecimiento total del aceite de girasol, ya que todo se importaba desde Ucrania. Y cuando por fin se consiguió recuperar este producto el precio se había duplicado. «Todas estas nuevas normativas de bienestar animal van en contra de la soberanía alimentaria», aseguran desde la Asociación de agricultores.

En este sentido, Aguado asegura que «Europa podría verse obligada a tener que dar un paso atrás». Señala que la «economía y el bienestar salen del mundo de la empresa, si el empresario no está agusto se irá», advierte.