Opinión
Alicante, ya es Navidad... ¿o no?
Este año, la lista de buenos propósitos de septiembre se amontona con la de Navidad y a la velocidad del segundo de una imagen programada para desaparecer
Hubo un tiempo en que la Navidad llegaba a nuestras casas, vía anuncio de televisión, con la entrañable canción e imágenes de turrones El Almendro -«made in Xixona» - y con el desfile de muñecas de Famosa -«made in Ibi»- dirigiéndose al portal de Belén. Ambas localidades están en la provincia de Alicante; imposible no sentir que, de verdad, la Nochebuena entraba en nuestros salones en el mes de diciembre con esa música y esos productos.
Ahora, y sintiendo aún en nuestra nuca el calor de los termómetros y de los incendios que este verano han arrasado el oeste y centro de España, y en septiembre, la Navidad ya asoma en la ciudad de Alicante, en forma de iluminación con forma de abeto. Nada sorprendente, si tenemos en cuenta que hoy en día la vida discurre a la velocidad del segundo en que se envían por móvil fotografías que, antes de que el receptor pueda procesarlas, desaparecen. En otro un segundo y programado. La ventaja de tener ya algunas calles con luces con motivos navideños es, sin duda, que el centro histórico de Alicante -calle Mayor- recupera el brillo, en sentido figurado, claro está, de antaño. Cuando
Alicante no había caído en otro de los males de nuestros días -junto con la velocidad de vértigo a la que funciona el personal-, la colonización de sus barrios por apartamentos turísticos. Pasear por la calle Mayor entre personas que como prenda de vestir llevan un bikini o bañador es chocante.
Así que, cualquier iniciativa, sean luces navideñas o la particular vendimia organizada en septiembre en la calle Quintana para apoyar el comercio de barrio, el de toda la vida, me parece fantástica.
Pues eso, que este año, la lista de buenos propósitos de septiembre se amontona con la de Navidad. Todo, casi a la velocidad del segundo de una imagen programada para desaparecer. De locos.