Fallece MariCruz Guillot, delegada comercial de La Razón en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia

Demasiado rápido, demasiado pronto y demasiado triste. MariCruz nos ha dejado sin que podamos asimilar que ya no está, sin que queramos asumir que su mesa se quedará vacía.

Luchadora incansable, valiente, elegante, bella. Ella era esto y mucho más. Sus ojos azul mar representaban una de las cosas que más amaba. Su Dénia querida, el Mediterráneo del que tanto presumía, la Valencia que tanto defendió. Las fallas que tanto quiso y que nunca la olvidarán. Porque ella peleaba por reivindicar la Comunidad Valenciana allá donde fuese. Con pasión y con ímpetu.

Su larga trayectoria profesional le permitió atesorar muchas experiencias enriquecedoras y también muchos amigos que hoy lloramos su pérdida.

En 2008 aterrizó en LA RAZÓN dispuesta a dejar una huella imborrable en este sector con iniciativas arriesgadas para entonces que todavía hoy son exitosas.

Hace poco más de un año ella misma recordaba con motivo del 25 aniversario de LA RAZÓN los importantes retos que había asumido para ir adaptándose a los cambios que se imponían en el mundo de la buena publicidad. Porque como ella nos repetía. Todo no vale.

La revolución digital irrumpió en el ámbito comercial y como ella misma nos contaba, se preparó concienzudamente para hacerle frente.

Nunca tuvo miedo a los cambios, al contrario, se empeñó a fondo para formarse y salir exitosa de ellos.

Porque los últimos años no han sido fáciles. «Crisis económicas, cambios de gobierno... y ¡hasta una pandemia! Todo esto se traducía en mí en una evolución positiva».

MariCruz siempre estaba dispuesta a escuchar, a preguntar, a interesarse por cada uno de nosotros. Así lo sentía, así actuaba. Cualquiera que la conozca encontrará con facilidad su sonrisa, su mirada, siempre atenta.

La pequeña familia que componemos la redacción de LA RAZÓN en Valencia está de luto y también todos aquellos compañeros que compartieron proyectos desde Madrid. Somos muchos los que la echaremos de menos.

Alegrías y desvelos, apuestas ganadas y batallas perdidas, pero siempre reivindicadas. MariCruz no se rendía a la primera, ni a la segunda. Contagiaba eso y mucho más. Había que ir siempre a por todas.

2024 nos deja ya demasiadas cosas tristes. Saber que ya no estás costará mucho, pero has dejado una gran huella en todos nosotros. En tus maravillosos hijos, Álvaro y Patricia vemos reflejado lo mejor de ti.

Ellos son tu mejor obra, en ellos te buscaremos para seguir recordándote. ¡Cuánto les enseñaste sin necesidad de decirles nada! Solo tenían que seguir tu ejemplo.

Descansa en paz y mándanos un poco de energía desde allá arriba.