Damnificados
El comercio afectado por la DANA, al límite: "Me dieron ganas de tirarlo todo, pero mucha gente vive de esto”
La empresa Flamingueo, situada en Ribarroja, calcula que ha perdido ya casi medio millón de euros por el parón tras la DANA
El pasado martes 5 de noviembre, una furgoneta de Correos apareció por el polígono de La Reva en Ribarroja del Turia. Cuando se paró en su nave, Emilio Peña comenzó a gritar de emoción. A los dos días, comenzaron a llegar más furgonetas de reparto. En diez días, estaban ya facturando de nuevo. “Si tardan veinte días enpoder entrar, la empresa no existe”, dice.
Peña es fundador y CEO deFlamingueo, una empresa de productos de regalo y decoración que creó hace ocho años con otros dos socios. En agosto se acababan de mudar a una nave dentro de su expansión. Tres meses después, buscan sobrevivir. Cuando el viernes por fin pudo entrar al polígono, rompió a llorar. “Había camiones tumbados, cristales rotos. Pensé: ¿cuánta gente habrá aquí enterrada?”, dice en declaraciones a LA RAZÓN. Al llegar a la nave, se derrumbó. “Me dieron ganas de tirarlo todo y empezar otra vez, pero hay mucha gente que vive de esto”, dice desde su nave. La empresa cuenta con treinta empleados en plantilla. “Ahora no me creo que hayamos sacado todo el barro”, admite.
En cuestión de días, decenas de amigos, familiares y trabajadores han venido a echar una mano para limpiar de barro la nave, que llegó a subir por los palets. Entre cajas mojadas se rescatan voluptuosas zapatillas de ir por casa; mantas de colores; espejos tocador; patines, etc. La empresa factura el 40% de sus ventas entre los meses de noviembre y diciembre, especialmente en las campañas de BlackFriday y Navidad, por lo que ya tenían todo comprado. El empresario calcula que en total han perdido ya 250.000 euros en stock, más otros 200.000 euros por cada uno de los diez días que han estado parados sin ventas.
Peña explica que financian con bancos los pedidos y los pagan en cuanto pasan las campañas con las ventas. En total tiene en stock productos que urge vender. “Si no lo vendo, me muero”, dice. Su prioridad inicial fue estar operativos para cuando las empresas de transporte pudiesen llegar. Ahora el objetivo es poder sobrevivir. Para ello necesitan vender al menos el 50% de lo que tienen, pero el empresario admite que todavía no sabe si lo podrán cumplir.
La mayoría de sus ventas son online y las plataformas intermediarias te perjudican si has dejado de vender los días anteriores, posicionando tus productos en las últimas páginas. Esto hace prácticamente imposible llegar en una posición de normalidad al Black Friday en dos semanas.
La Federación de Áreas Empresariales de la Comunitat Valenciana (FEPEVAL) calcula que hay cincuenta parques industriales afectados con unas 6.500 empresas, de las cuales 1.400 empresas se encuentran en el polígono de la REVA de Ribarroja del Turia.
Afortunadamente, las estructuras de las naves no se han visto gravemente afectadas, pero dos semanas después muchas compañías no pueden volver. “Todavía hay empresas que aún no tienen electricidad. Todos los transformadores están machacados y contamos con empresas a nivel industrial que no pueden trabajar”, dice a este diario Carlos Peinado, gerente de la Asociación Empresarial REVA (ASOCREVA).
Aún así, la mayoría de las empresas de la zona son de logística, por lo que tras limpiar y barrer el lodo, el gran reto ahora son los accesos. Este martes se ha cerrado el puente que conecta el polígono con la A-3 en dirección Valencia, generando colas kilométricas. “Esto es logística: como no es accesible, alguna sociedad nos ha comentado que tiene gente que no quiere venir a nuestra zona. La movilidad es un reto tremendo”, asegura Peinado. Desde ASOCREVA buscan lanzar una línea de buses y potenciar una aplicación propia de coche compartido para que los más de 20.000 trabajadores puedan llegar a sus puestos. “No se puede tener al personal parado. Si lo tienen parado acabarán haciendo un ERTE de fuerza mayor”, lamenta.
La solidaridad empresarial y de voluntarios es clave
Peña reconoce que la incertidumbre todavía es alta y si no consiguen vender, tendrán que cerrar Flamingueo. Aún así, es positivo. “Si nos salvamos, nos comemos el mundo”, dice.
La avalancha de compasión de clientes, inversores, proveedores y sus propios trabajadores le ha convencido. “Una empleada me dijo: me había cogido el día mañana, pero puedo ir. Al día siguiente apareció con su hermana y su prima”, dice Peña. “Hasta el gestor del banco con el que tenía una simple relación profesional apareció con palas con su familia”, añade recordando su sorpresa.
Tras limpiar toda la fábrica, Peña hizo un llamamiento en su Instagram particular pidiendo cajas para poder volver a empaquetar el material. En 24 horas, tenía miles de cajas de empresas como Naturtex, Kmina, La Casa de las Carcasas, Hinojosa y Malferida. A ello se une las ayudas de tiendas a las que venden como El Corte Inglés que han adelantado sus pagos y hasta tiendas pequeñas que han hecho un pedido extra. “Se han volcado. Si no fuese por ellos, la empresa se hunde”, agradece.
Esa misma tarde, Peña acudirá a una sesión formativa sobre cómo solicitar las ayudas, el siguiente paso para poder recuperar parte de la inversión perdida. El ayuntamiento de Ribarroja del Turia va a crear una oficina específica para ayudas para el polígono industrial. “Lo primero es la gente siempre, pero también queremos que no se nos olvide. La gente tiene que comer y si esto no se reactiva, no van a tener trabajo porque el que no pueda reactivarse, cerrará”, dice el gerente de ASOCREVA.
Aún con todo, desde Flamingueo quieren ayudar a las víctimas de la DANA y donarán el 10% de los pedidos que lleguen en noviembre a los municipios más afectados. “A nosotros nos gustaría estar ayudando en otros sitios, pero tenemos que salvar esto”, se disculpa. “Vamos a salir, ya verás”, convence.
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