Educación

La Conselleria Educación revisa los currículos para que el próximo curso no haya "carga ideológica"

Se están analizando todas las materias, aunque con especial interés la de Valenciano con el objetivo de acabar con las referencias a la unidad de la lengua

El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, hoy en Les Corts
El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, hoy en Les CortsLa Razón

Las cientos de propuestas de resolución que se presentan tras el Debate de Política General sirven para marcar las prioridades del Consell. Eso, en lo que se refiere al partido que está en el Gobierno, porque para el resto, es la manera que de marcar cuáles serán las líneas básicas de su oposición. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, dedicó media hora de la intervención del martes a hablar de Educación. Fue una de las materias en las que más se detuvo en las cinco horas de debate.

Entre las propuestas del PP en esta materia, figura una que propone recuperar en la asignatura de Historia de España la materia referente a ETA y revisar «todo aquello que pueda entrar en contradicción con las señas de identidad de la Comunitat Valenciana». Estos cambios se llevarán a las mesas sectoriales como paso previo para que estén implantados en el curso 2026-2027.

En la propuesta avanza que «se cambiará el currículo de Valenciano, Lengua y Literatura, de manera que este se base en los autores de nuestra Comunitat». Es decir, los estudiantes no leerán libros de autores mallorquines o catalanes y se centrarán en los nacidos en Valencia, Castellón o Alicante.

Para el síndic del PSPV, José Muñoz, esta decisión sería equiparable a que se censurara a Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Vargas Llosa, Borges o Neruda para preservar las señas de identidad españolas. «Viva la ignorancia, muera la inteligencia patrocinada por Mazón».

Pero precisamente en esta cuestión está una de las cuestiones en la que más énfasis va a poner la Conselleria que dirige José Antonio Rovira. Pretende eliminar todas las referencias que puedan entrar en contradicción con el Estatuto de Autonomía con el objetivo de laminar aquello que tenga que ver con la unidad de la lengua, una cuestión capital, tanto para el PP como para Vox.

De este objetivo viene también la propuesta de cambiar el nombre de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) a Acadèmia de la Llengua Valenciana, cuestión que defiende junto al partido de Santiago Abascal y que para la izquierda no es más que otro ataque a un organismo estatutario que ha conseguido poner fin al conflicto lingüístico.

Las líneas rojas a Vox

Si en la cuestión identitaria son todo coincidencias entre PP y Vox, las diferencias se producen en igualdad, inmigración y vivienda. En ninguno de estos tres ámbitos se van a alcanzar acuerdos relevantes, según avanzó el PP, aunque la votación de las propuestas todavía no había terminado al cierre de esta edición. Con todo, los populares se cuidaron en guardar las formas y en las propuestas sobre inmigración insistieron en que discrepan en los métodos de Vox para resolver este problema, pero coinciden en que la política migratoria de Sánchez «ha fracasado».

En lo que también se quedó solo ayer el partido que lidera Santiago Abascal es en oponerse al minuto de silencio por las víctimas en Gaza que había solicitado Compromís.

Su voto en contra fue suficiente para que el pleno de ayer no comenzase con este gesto al que el PP no se había opuesto.

El síndic de Compromís, Joan Baldoví, explicó que habían pedido «una cosa tan sencilla como guardar un minuto de silencio por las víctimas de Palestina, sin poner ni la palabra genocidio, ni la palabra catástrofe».

El síndíc de Vox, José María Llanos, calificó de «patochadas de Compromís» esta cuestión y le acusó de mantenerse callado cuando Hamás mata a un español o «cuando miles de cristianos están siendo masacrados, violados, secuestrados y asesinados en el Congo, en Mozambique, en Camerún, en Nigeria, en Siria».