Sociedad

La Fundación Ayuda a una Familia acude al Síndic para que les dejen repartir agua y alimentos a los sinhogar

Tras la prohibición del reparto en el cauce del Turia, la distribución de alimento se ha trasladado a la Gran Mezquita

Una patrulla de Policia Nacional a caballo, controla que se cumplan el uso de las mascarillas en el antiguo cauce del río Turia, en Valencia
Una patrulla de Policia Nacional a caballo, en el cauce viejo del TuriaAna EscobarAgencia EFE

La Fundación Ayuda a una Familia ha acudido al Síndic de Greuges tras el “silencio e indiferencia” de la alcaldesa, María José Catalá, ante la prohibición municipal que impide repartir alimentos en el cauce del río Turia. Según la entidad, la falta de respuesta del consistorio mantiene sin comida ni agua a decenas de personas que duermen al raso mientras las temperaturas rozan los 40 °C.

El origen del conflicto se remonta al pasado12 de junio, cuando el Ayuntamiento ordenó paralizar un dispositivo solidario que llevaba cinco años distribuyendo a diario raciones de comida y botellas de agua a más de 800 personas sin hogar. Ante la gravedad de la situación, la Fundación solicitó por escrito una reunión urgente con la alcaldesa para buscar alternativas. “Esa carta nunca recibió respuesta”, subraya la organización.

Mientras espera una solución, la Fundación se ha visto obligada a trasladar provisionalmente el reparto a la Gran Mezquita de València, cuya comunidad cede sus instalaciones dos días a la semana. Allí se sirven más de 800 platos en cada jornada. “Agradecemos profundamente su enorme gesto de humanidad”, destaca Marise García, directora general de la fundación. “Pero esta no es una solución sostenible: el Ayuntamiento debe habilitar un espacio digno para continuar la ayuda”.

García incide en que, tras “haber seguido todo el protocolo y agotado las vías administrativas”, la alcaldía mantiene una “indiferencia que se traduce en hambre, sed y riesgo para la salud” de las personas más vulnerables. Voluntarios de la entidad denuncian casos de mareos, infecciones cutáneas y episodios de ansiedad por la falta de agua potable y sombra en pleno verano. “El hambre no entiende de plazos administrativos”, insiste García

En el escrito dirigido al Síndic, la Fundación solicita la apertura de una investigación y la adopción de medidas cautelares que obliguen al consistorio a restituir el reparto, instalar puntos de hidratación y diseñar un plan integral de atención social. “Si persiste la inacción —advierte García—, recurriremos a todas las instancias legales y mediáticas para garantizar que nadie vuelva a pasar hambre ni sed en València”.