En lo que va de año, el Gobierno central adeuda a la Comunitat Valenciana un total de 1.000 millones de euros entre la diferencia de financiación autonóimica con respecto a la media y las entregas a cuenta no actualizadas, que suponen 90 millones de euros menos cada mes.

Así lo ha explicado la consellera de Hacienda de la Generalitat valenciana, Ruth Merino, quien ha mantenido hoy una reunión con su homólogo murciano, Luis Alberto Marín, en el marco de las jornadas sobre financiación autonómica organizadas en Valencia por la Red de Investigadores en Financiación autonómica y Descentralización financiera en España (RIFDE).

De esa deuda de 1.000 millones con la región, 360 millones corresponden a las entregas a cuentamensuales que está remitiendo el Gobierno, que se sitúan 90 millones de euros por debajo de lo que el Gobierno anunció a las autonomías antes de que se prorrogaran los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El resto, 640 millones, son la diferencia entre la financiación autonómica que recibe la región y la que debería de percibir para situarse en la media española.

Por su parte, el consejero murciano ha denunciado que la región recibe 1.100 millones menos al año de lo que le corresponde y ha recordado que el problema se podría solucionar con un fondo de nivelación de 3.000 millones de euros.

Merino ha asegurado que, consultados los expertos de la Conselleria, el fondo de nivelación podría aprobarse mediante normativa aunque los PGE estén prorrogados.