A través del espejo

No hay tres Valencias

El ex alcalde, Joan Ribó, dice ahora que toda esta polémica es una "chorrada"

La plaza de la Reina de València
La plaza de la Reina de ValènciaJORGE GIL/EUROPA PRESSJORGE GIL/EUROPA PRESS

Decía el ex alcalde de Valencia, Joan Ribó, que le parece una "solemne chorrada" que el PP, con el apoyo de Vox, haya aprobado en la comisión de Cultura llevar al pleno municipal el cambio de la denominación del nombre de la ciudad para que tenga una versión en valenciano y otra en castellano. «Son ganas de liarla por algo que todo el mundo entiende», remató el portavoz de Compromís con ese lenguaje llano que le caracteriza.

Está claro que no habrá nadie que pueda confundirse por un acento- que también hay discusión en este asunto- pero debería recordar que fue bajo su mandato cuando se procedió a cambiar el nombre de la ciudad al valenciano y además, con acento abierto. «València», como indica la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), que vuelve a estar de moda, por cierto.

O siempre ha sido una «chorrada» o nunca lo ha sido. De hecho, su partido, junto al PSPV ha firmado un escrito para exigir un informe jurídico al Ayuntamiento sobre la doble denominación que han acordado PP y Vox (Valencia/ Valéncia) antes de que pueda ser aprobada en el pleno del Ayuntamiento. De lo contrario, avisan, podrían estar incumpliendo la ley porque no siguen las normas de la AVL.

Sobre esta cuestión, creo que, por el momento, pueden estar tranquilos porque la alcaldesa María José Catala, ya dijo que pediría un informe a la AVL para que determine si el acento puede ir acorde a cómo lo pronuncia la gran mayoría de los valencianos, es decir, cerrado.

Aunque también podría darse el caso de que acabase aceptase los dos acentos, el abierto y el cerrado, que cosas más raras se han visto. Así tendríamos tres maneras de escribir y de pronunciar el nombre del "cap i casal". «Valencia, València y Valencia».

Seguro que también habría quien no estaría de acuerdo. Pero así, Valencia superaría el caso de Castelló de la Ribera o Villanueva de Castelló que acabó con el sobrenombre de Castelló del «tachón». Seguro que se imaginan por qué.