Dana
Ingenieros reclaman la necesidad de hacer nuevas presas y arreglar las que hay: "Forata todavía no está reforzada y pudo causar olas de 12 metros"
Lamentan que se hayan "demonizado" las obras hidráulicas y reivindican que "son fundamentales para la seguridad" de las poblaciones

La presa de Forata ha sido el objeto de múltiples conversaciones y teorías conspiratorias en el último año. Su rotura era lo que alega la Generalitat valenciana que es lo que más preocupaba a técnicos y la administración, de ahí que no se prestara la atención suficiente al barranco del Poyo, pero es algo que los ingenieros de caminos dicen que es lógico: "La cota del estribo derecho de la presa de Forata está por debajo de la cota de coronación. A la velocidad que llovía se llenó en cinco horas, si llega a llenarse dos metros más, que es a llover una hora y media más a la misma intensidad, el estribo derecho se hubiera podido erosionar y soltarse el apoyo de la presa, generando olas de unos 12 o 13 metros", calcula para LA RAZÓN José Trigueros, presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil, quien dice que "el miedo de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) era muy lógico".
El presidente de los ingenieros, sin embargo, no sale de su asombro que, sabiendo eso, no se haya trabajado todavía para "reforzar" la presa, máxime cuando ese fallo en el estribo "no es que se haya producido cuando vino esta riada, se sabía desde hace varios años. Me puede el cabreo", admite.
Igualmente coincide el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que puso ayer de relieve que "con la dana hemos comprobado que la presa de Forata y el nuevo cauce del río Turia han tenido un papel decisivo para evitar una tragedia mayor. Las obras hidráulicas, además de reducir los riesgos y daños materiales de manera significativa, salvan vidas humanas".
Necesidad de hacer presas
El ingeniero de caminos y Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, Vicent Esteban, defendió ayer en la jornada del Instituto de la Ingeniería de España titulada "Un año después de la dana: ¿estamos preparados" que hay que retomar la construcción de presas.
"Muchas inversiones en infraestructuras hidráulicas son necesarias. Hay que hacer la presa de Sellent o la de Vilamarxant, que está proyectada desde época del Plan Sur, y aquí estamos todavía esperando, pero también otras presas en la cabecera del Magro, y reparación y mantenimiento de esas presas", defendió Esteban, que presentó el informe "Rehacer, transformar. Propuestas para el futuro tras la Dana" que lideró para la Confederación Empresarial de la Comunitat Valencia (CEV), que cifra en 1.763 millones de euros las actuaciones en ingeniería hidráulica necesaria, cuatro veces más que los casi 470 millones presupuestados por el Gobierno de España.
Esteban defendió que "muchas actuaciones vienen de los planes hidrológicos que se están incumpliendo" y enfatizó: "Claro que es más de lo mismo: es que seguimos necesitando esas inversiones, al final si no lo que seguimos haciendo es jugar a la ruleta rusa, el año pasado tocó el área metropolitana sur de Valencia, pero el año que viene será Castellón, Alicante, Tarragona o Almería".
Trigueros defiende que las presas de "Forata, Loriguilla y Buseo permitieron retrasar la avenida y dieron tiempo a protegerse" y que otras no construidas como las de "Montesa, Sellent y Vilamarxant son fundamentales para el planteamiento y mantenimiento de la seguridad de Valencia".
En ellas incluye también la descartada presa de Cheste, que aunque entiende que se pudiera descartar por otras mejores, dice que si estuviera embalsando los 8 hectómetros cúbicos del barranco del Poyo y del Pozalet hubiera, al menos, "permitido laminar la avenida y retenido el agua para avisar mucho antes de lo que llegó". "Si llega a estar te aseguro que hubiera disminuido las muertes", afirma con rotundidad.
El presidente de la asociación de ingenieros insistió ayer en la jornada celebrada en Madrid que "hay que dejar de demonizar las obras hidráulicas: grandes presas, azudes y presas laminadoras han sido y serán siempre claves", aunque insistió en que "es imprescindible combinarlo con la restauración hidrológica forestal" y reclamó "implementar ya los sistemas de alerta temprana" en las presas de la CHJ.