Una dana mortal

La lucha por regresar a casa tras la dana 100 días después

Cientos de afectados siguen viviendo en casas de familiares ante la falta de ayudas para volver a las suyas o la insuficiente oferta de viviendas públicas

CHIVA (VALENCIA), 19/11/2024.- Viviendas destrozadas en Chiva (Valencia) tras la tragedia de la dana. Los reyes van a Chiva este martes después de que el pasado 3 de noviembre se suspendiera la visita que tenían previsto realizar por los incidentes sucedidos en la localidad de Paiporta. EFE/ Kai Försterling
Viviendas destrozadas en Chiva tras la tragedia de la danaKai FörsterlingAgencia EFE

Rafael Benavente se sienta en una silla plegable, con un jersey de punto y unos pantalones anchos que hasta hace unos meses no eran suyos. «Es duro, en nada te quedas con la ropa puesta», dice. A sus 77 años, la dana le pilló a él y a su mujer, Josefa Martínez, en su piso en una planta baja frente al Parque Alcosa, entre Alfafar y Massanassa. Pudieron subir y quedarse en casa de unos vecinos, pero a los tres días falleció su mujer tras una larga enfermedad. «Se me ha juntado todo», dice.

Su hija Patricia Benavante le acogió en su hogar una semana después de la dana y desde entonces vive allí con ella, sus dos hijas, un perro y tres gatos. El espacio del salón no será de más de veinte metros cuadrados, pero allí se organizan. «Es diferente», indica Patricia con una mueca.

Miles de personas como Rafael siguen viviendo en casa de sus familiares en los pueblos de la zona cero de la dana. Todos tienen ganas de volver a sus casas, pero la falta de pagos del consorcio para poder reformar y la poca oferta de viviendas en los pueblos adyacentes dificulta esa promesa. «Aquí todavía no hay vida normal, por fuera en la calle puede parecerlo, pero dentro de casa no», dice.

Aún así, Rafael es un afortunado. Ha cobrado ya la compensación del Consorcio de Seguros, 58.000 euros con los que pretende empezar a reformar su casa cuanto antes. «Pedí varios presupuestos a albañiles y unos me dieron para empezar en mayo», admite el señor, que ahora sin embargo está esperanzado. Un amigo ha contactado a unos albañiles que le han dicho de empezar ya, pero su hija tiene dudas de que asuman dos reformas a la vez y se retrase todo. «El lunes empezarán las obras», dice con ilusión de volver a casa. Aún así, tardarán mínimo un mes.

No todos tienen su suerte. La casa donde vivía Juanvi Pérez en la calle San Isidro de Chiva al borde del barranco del Poyo quedó destrozada por la dana. Juanvi vivía allí desde su infancia hace 62 años y el arquitecto municipal les ha dicho que no podrá volver.

La suya es una de las 305 viviendas que tendrán que ser parcial o totalmente demolidas, según el último informe del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE). El municipio más afectado es Massanassa con 39 viviendas, seguido de Picanya con 33. En Chiva hay 24 viviendas como la de Juanvi.

Hasta el pasado 1 de enero, Juanvi y su mujer tuvieron que vivir durante más de dos meses con el hermano de ella hasta que pudieron recibir la ayuda al alquiler de hasta 800 euros por un año que ofrece la Generalitat Valenciana. «La solución es provisional, luego ya veremos qué pasa. Ojalá con las ayudas me pueda comprar un pequeño piso y no tenga que depender de nadie ni ninguna cosa», ruega Juanvi.

Fuentes de la Generalitat Valenciana aseguran que se han ofrecido ya 192 viviendas a personas en vulnerabilidad debido a la dana y 112 se han adjudicado, con 75 rechazadas o pendientes. Las primeras personas entraron a vivir en La Torre en diciembre y desde entonces se han ofrecido los municipios afectados de Aldaia, Algemesí, Benetússer, Catarroja, Cheste, Massanassa, Paiporta, Picanya, Picassent, Riba-roja de Túria, Torrent, Turís, Utiel, Vilamarxant, Alfafar, Polinyà del Xúquer y València.

A ello se suma el anuncio reciente de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, quien afirmó que la Sareb pondrá 350 viviendas a disposición de familias afectadas por la dana en una visita a Utiel, donde han habilitado ya 14 viviendas para afectados.

Sin embargo, no llega a todos los municipios. «En Chiva no hay vivienda para gente que ha perdido la casa, somos como veinte que no tenemos ninguna posibilidad porque no se ha construido nada», critica Juanvi. La Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha) le ofreció una vivienda en Valencia, pero él lucha por poder quedarse en su pueblo. «Para cambiarme de mi pueblo ya tengo que verme muy mal, estoy jubilado hace un año, tengo aquí mi familia y mi gente», admite el vecino de Chiva.

En Chiva todavía no saben todos los vecinos si podrán vivir al borde del barranco a falta de un informe definitivo de la Conferencia Hidrográfica del Júcar. Desde la Generalitat Valenciana se indica que estaban trabajando con la antigua alcaldesa, la popular Amparo Fort, en buscar zonas para crear vivienda industrial de módulos, pero tras la moción de censura y el cambio de gobierno no han sabido nada. «La alcaldesa nos convocó y hablaba de esa posibilidad de casas 3D prefabricadas en seis meses, pero no creo que hayan hecho ninguna casa aún», comenta Juanvi.

Desde el consistorio de Chiva aseguran que van a utilizar viviendas públicas ofrecidas por la SAREB pero están trabajando en un plan municipal de vivienda ante la escasez de vivienda y el aumento del precio del alquiler. «El alquiler se ha duplicado de precio a raíz de la dana y tenemos familias desalojadas que son propietarios, pero muchas otras estaban de alquiler y se les ha destrozado. El gobierno autonómico ha ofrecido ayudas de 800 euros al mes y los propietarios han dicho, pues cobro 800 euros al mes. Eso no puede ser», afirma Guadalupe Martínez, concejal de Servicios Sociales en Chiva.

Por el momento, Juanvi no ha recibido noticias del ayuntamiento y de momento sabe que estará este año en un piso, pero después viene la incertidumbre. «Dentro de un año ya veremos si podré comprarme un piso pequeño o qué con lo del consorcio. A día de hoy es minuto y resultado. La vida te cambia en un minuto, así es que no lo sé», suspira.