La Maratón de Valencia batió ayer todos los récords posibles. La prueba se consolida como la más rápida del mundo y todo pese a los contratiempos que la organización y los corredores han tenido que afrontar en los últimos meses debido a la convocatoria electoral. Hoy domingo 3 de diciembre todos los españoles votaremos al próximo presidente del Gobierno de España.

La debacle electoral que sufrió la izquierda en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo han convertido esta campaña electoral en la más tensa de la historia de la democracia.

Pese a que algunos aseguraron que Sánchez adelantaría las elecciones a después del verano, finalmente el presidente del Gobierno en funciones ha optado por aguantar y cumplir con sus obligaciones al frente del Consejo de la Unión Europea.

Mientras los gobiernos autonómicos y municipales formados por PP y Vox se han convertido en el blanco de todas las críticas de la coalición de izquierdas, la derecha advierte sin descanso que Sánchez no dudará en aprobar una ley de amnistía si los votos de los partidos independentistas son necesarios para mantenerse en el poder. En el PSOE se niega categóricamente y responden sin variar una coma el argumentario enviado desde Ferraz. «Eso no va a ocurrir nunca. La amnistía es ilegal».

Lo contado en estas líneas nunca pasó. Esta columna de política ficción tiene, como toda historia, una base real. El secreto mejor guardado de Pedro Sánchez fue el de no contar a nadie que si el PP barría el 28M, convocaría elecciones.

Antes de que esto ocurriese, la fecha del 3 de diciembre se perfilaba como la más conveniente para celebrar los comicios, antes del «acueducto» de diciembre y de la Navidad. Los que saben de esto explicaban que obligaría a adelantar al sábado la maratón debido a la restricción de la movilidad en Valencia ciudad.

La realidad, que supera la ficción, es que hoy se corre la maratón y que incluso hay un verificador con nombres y apellidos para arbitrar el proceso de amnistía.