¿Qué es la Crida de las Fallas y cuándo se celebra?

El último domingo de febrero se celebra la tradicional Crida de las Fallas de Valencia, un gran evento en el que las Falleras Mayores de Valencia anuncian a todos los habitantes de la ciudad que ya empiezan las fiestas Josefinas. Y lo hacen desde un lugar emblemático: las Torres de Serranos, ante las cuales se concentran miles de valencianos y turistas. Este año se celebrará mañana domingo 26 de febrero a partir de las 19 horas de la tarde.

Pero, ¿cuál es el origen de esta curiosa celebración? Antiguamente no era un evento tan multitudianrio, sino que se trataba solamente de un pregón, como otro cualquiera. El primero de ellos se celebró en 1931. Pero poco a poco fue adquiriendo importancia, hasta que en 1951, el acto empezó a llamarse Cridà o Crida. Aquel año el acto consistió en una cabalgata (igual que el año anterior) que recorría las calles a la vez que el texto de la invitación a las Fallas se entregaba al público en forma de prospecto. Así se ahorraron el discurso desde el balcón municipal.

Actos paralelos

Desde hace algunos años, el mismo día de la Crida hay una serie de actos para ir abriendo boca: una despertà a las 7.30 de la mañana por el centro de Valencia para los más madrugadores, la entrada de bandas de música sobre las doce de la mañana, y una mascletà a las 14.00 horas precedida por el pasodoble El Fallero tocado por dichas bandas. Una mañana para no parar, vamos.

Cuando se hacen las ocho de la tarde más o menos, empieza la Crida propiamente dicha. Miles de falleros de toda la ciudad llegan en transporte público o andando (los más deportistas o los que viven cerca) hasta el punto de reunión: la plaza que hay delante de las Torres de Serranos, que ahora se llama por razones obvias “plaza de la Crida”. Allí se juntan todos, cada comisión con su estandarte identificativo, a la espera del discurso del alcalde o alcaldesa de Valencia y de las falleras mayores de Valencia (la mayor y la infantil).

Mientras llega la hora, los falleros y falleras, la mayoría con blusón o polares con el escudo de la comisión (la indumentaria informal de la fiesta) y en otros casos con indumentaria tradicional (generalmente falleras mayores y presidentes), montan la fiesta cantando, bailando, tocando instrumentos o incluso los más valientes, formando torres humanas. Normalmente hay un espectáculo de luces, musical o teatral para animar la espera.