Cincuenta metros salvaron de las llamas a Tollos, el pueblo más pequeño de Alicante

“A cincuenta metros del pueblo se quedó el fuego”, cuenta Félix Frau, alcalde de Tollos. Junto con un empleado y el anterior alcalde, fue el único que se quedó en el pueblo después de que los vecinos fueran desalojados el lunes 15 de agosto a mediodía a causa del incendio que ha arrasado el Vall d’Ebo.

Todo había empezado el sábado anterior, de madrugada, con una tormenta eléctrica “normal y corriente” que descargó algunos rayos sobre el término de Tollos. El domingo ya se veía el fuego, pero seguía lejos, y fue el lunes cuando “la cosa se empezó a poner seria”. A mediodía todos los habitantes del pueblo -que, según el censo, son 37, convirtiéndolo en el más pequeño de la provincia- fueron desalojados por la Guardia Civil.

“La mayoría volvieron a sus primeras residencias -cuenta el alcalde- menos una vecina a la que acogieron en Santa Pola”. El jueves por la mañana pudieron volver a sus casas, que no habían sufrido daños por el fuego.

“Las casas están bien, pero entre el 80 y el 90 por ciento del término municipal del pueblo está arrasado. Tenía muchísimo valor, pero no precio”, lamenta Carlos, vecino y presidente de L’Espardenya, la asociación cultural de la localidad. “Las tierras se han quemado todas, es una pena”, corrobora Carol, vecina y dueña de la única casa rural de Tollos.

“El daño ecológico es irreparable, el paisaje ha desaparecido. Ha sido el momento más duro que he vivido como alcalde”, dice Félix Frau. Incertidumbre, pena, nerviosismo y agradecimiento a los bomberos, a los que la lluvia ayudó a controlar el fuego.

El alcalde ha acudido hoy mismo a una reunión en Pego con el resto de municipios afectados por los incendios y Conselleria de Justicia, en la que se ha anunciado la inauguración la semana que viene de una oficina en Vall d’Ebo para tratar los planes extraordinarios para la recuperación del territorio.

Agradecimiento virtual

“Somos el pueblo más pequeño de Alicante, pero queremos daros las más grandes gracias por todo vuestro trabajo contra el fuego. Gracias, y vamos a renacer”. Con estas palabras, los habitantes de Tollos mostraban su agradecimiento hacia los bomberos, el alcalde y las personas que trabajaron para acabar con el fuego.

La iniciativa fue idea de uno de los miembros de L’Espardenya, cosa que no es extraña, porque en Tollos casi todo el mundo forma parte de la asociación. “Está hecho por todos y en nombre de todos: no voy a decir que en el pueblo funcionemos como una comuna, pero vamos todos a una”, explica Carlos, su presidente.

L’Espardenya organiza todo tipo de actividades en el pueblo, como exposiciones pictóricas en las calles y los balcones, carreras... “Somos un pueblo pequeño, pero hiperactivo”, dice Carlos.

Los vecinos de este pueblo de El Comtat confían en su capacidad para “renacer” de sus cenizas, tal y como explica Carlos: “Tollos no se acaba con esto, ni mucho menos. Es una catástrofe, pero vamos a renacer y a remontar con el resto de los valores que tiene este pueblo”.