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Muere Pipo Arnau, uno de los fundadores del Valencia Basket y estandarte del deporte valenciano

“Era un emprendedor, deportista nato, generoso. Todos reconocíamos en él una gran humanidad”

Fallece Pipo Arnau, uno de los fundadores del Valencia Basket y estandarte del deporte valenciano
Fallece Pipo Arnau, uno de los fundadores del Valencia Basket y estandarte del deporte valencianoLa RazónLa Razón

José Arnau Ruvira, Pipo Arnau, ha fallecido en Valencia a los 77 años de edad. Se ha ido un amante del deporte, un gran amigo, un hombre generoso y sobre todo una persona que ha llevado el nombre de la ciudad allí donde el deporte le ha llevado a él. “La vida es maravillosa y el deporte una de las mejores herencias de mis padres junto al baloncesto”, pone en su cuenta de Facebook.

Uno de esos muchos amigos, Miguel Ygueravide, recuerda emocionado solo algunas de muchísimas acciones que realizó para apoyar el deporte. Pipo ha muerto a causa de un cáncer.

Pipo fue uno de los fundadores del Valencia Basket promoviendo e impulsando este deporte en la ciudad. “Ha regalado cientos de camisetas a clubs que no podían pagarlas. Era un emprendedor, deportista nato, generoso. Todos reconocíamos en él una gran humanidad”.

Fue uno de los fundadores del Valencia Basket, puso los cimientos del club y sobre todo contribuyó a fomentar este deporte que nunca dejó de practicar.

Ygueravide relata cuando en los años 80 colaboró con Arnau para montar un partido de los Harlem Globetrotters en la plaza de toros de Valencia. “Vinieron 15.000 personas y otras 5.000 se quedaron fuera”. Entonces, el pabellón de la fuente de San Luis no era como el actual. Tenía una instalación desmontable y menos capacidad. La llevaron hasta el coso taurino para que pudiese acoger a más público.

Mítica también ha sido en Valencia su tienda Deportes Arnau. Situada en la céntrica calle Alicante cerró en 2019 tras 57 años. Fue un pionero en la venta de material deportivo, allí se encontraban las zapatillas que no estaban ni en las grandes superficies, cuando aquello del “running” era casi una excentricidad.

Lamentablemente los centros comerciales acabaron ganándole la partida en este terreno, pero él nunca desfalleció.

Hasta hace bien poco seguía jugando a baloncesto y por supuesto, amando el deporte hasta quedarse sin aliento.