Urbanismo

¿Cómo es un edificio con perspectiva de género?

La Generalitat Valenciana ha presentado el proyecto de un edificio de 41 viviendas con un diseño feminista, que incluye lavandería y gimnasio

Proyección del nuevo edificio propuesto por la Generalitat Valenciana en Moreres, 41
Proyección del nuevo edificio propuesto por la Generalitat Valenciana en Moreres, 41Ayuntamiento de Valencia

En el patio del colegio, los niños juegan en el centro, ocupando el campo de fútbol. En los márgenes del campo juegan las niñas. Los espacios en los que vivimos y convivimos no son neutros, porque reflejan y soportan unas dinámicas de poder que lo impregnan todo. La Generalitat Valenciana publicó el pasado mes de febrero el libro Proyectar los espacios de la vida cotidiana. Criterios de género para el diseño y contratación pública de vivienda, y presentó ayer el proyecto de construcción de una nueva finca con perspectiva de género.

El edificio, sito en la calle Moreres 41, se ha proyectado pensando en adaptarse a las capacidades y necesidades de cada usuario. Pero, ¿qué es la perspectiva de género en la construcción de un edificio? Cada zona de la vivienda la adapta de una manera distinta, pero el objetivo es conseguir un cambio en la mirada arquitectónica que no sólo ayude a las mujeres, sino al conjunto de la población.

El portal y las zonas comunes

En el diseño de los portales prima la ausencia de rincones y recovecos ocultos o sin luz. Lo ideal es un espacio diáfano, iluminado en su totalidad y con una puerta acristalada que ocupe el 70% de la fachada. Así se garantiza la percepción de seguridad en estos espacios. Además, si no hay escaleras ni desniveles en el portal, las personas usuarias de silla de ruedas pueden moverse perfectamente por él.

También se recomienda que los porteros automáticos tengan dispositivo de voz y visión, que el portal quede a la altura de la calle y que no se superen las 30/40 viviendas por portal. En cuanto a las escaleras, conviene incluir bancos o asientos en los descansillos, además de barandillas o pasamanos.

Otra de las propuestas recogida en el libro es la creación de espacios comunes que aligeren la carga en las viviendas individuales: pueden ser trasteros destinados al almacenaje, pero también lavanderías comunitarias o zona de aparcamiento de bicicletas. La finca proyectada por la Generalitat incluye plazas de aparcamiento, trasteros, zona de juegos infantiles, jardín, un huerto, una zona de coworking, una lavandería y otra sala comunitaria que podría ser, por ejemplo, un gimnasio.

La vivienda

El interior de las viviendas es el espacio donde más tiempo pasamos y donde se concentra la mayor parte de las actividades cotidianas. Es esencial que su disposición facilite estas tareas de cuidados, que por quedar en el interior de las casas han quedado históricamente invisibilizadas. En la medida de lo posible, todas las estancias deben ser de un tamaño similar para evitar jerarquías y permitir que las diferentes unidades familiares o de convivientes puedan adaptarse fácilmente a ellas.

La cocina, por ejemplo, hay que evitar situarla en un espacio apartado de la casa, tanto por no “arrinconar” el trabajo doméstico como por conectarla visualmente con el resto de la vivienda: si hay niños en el salón, los progenitores pueden vigilarlos desde la cocina. Otro aspecto decisivo son sus dimensiones: ha de ser lo suficientemente grande como para permitir que haya dos personas trabajando simultáneamente. Así se facilita la distribución de las tareas del hogar, y permite que los niños puedan estar en la cocina mientras el padre o madre atiende a otros asuntos.

Los baños tienen que ser accesibles y tener capacidad para más de una persona, además de evitar que estén anexados exclusivamente a uno de los dormitorios. En todas las estancias, se recomienda aprovechar siempre el máximo posible de luz natural y ventilación cruzada.

La arquitectura, en conclusión, es un medio que puede ser utilizado para cambiar y mejorar la vida de las personas, y que marca cómo es nuestra relación con todo aquello que nos rodea. Priorizar la circulación para los peatones o el transporte público, iluminar adecuadamente las vías durante la noche o construir casas que eliminen estructuras de poder son sólo algunos ejemplos de ello.