Cultura

El Museo de la Seda de Valencia celebra el Centenario de la Coronación de la Virgen

Ornamentos litúrgicos, esculturas e imágenes llenarán las salas del Museo de la Seda hasta el 21 de mayo

Piezas de San Nicolás que se muestran en la exposición
Piezas de San Nicolás que se muestran en la exposiciónLa Razón

El Colegio del Arte Mayor de la Seda ha inaugurado la exposición «1923-2023. El Centenario de la Coronación en el Museo de la Seda» dedicada exclusivamente a la Virgen de los Desamparados. Desde que el museo abrió sus puertas al público, siempre se ha dedicado una exposición a la Virgen desde principios de abril hasta mayo. Esta se podrá ver hasta el 21 de mayo.

«Este año hemos querido que fuera excepcional. Hemos ‘abusado’ de los buenos amigos, como la Parroquia de San Nicolás, o la de San Esteban, en Valencia, y la de la Transfiguración de Nuestro Señor, en Ibi. Además, hemos tenido al inmensa colaboración de Pedro Arrúe, que nos ha prestado piezas preciosas, de Daniel Bada y de dos familias valencianas que nos han dejado el legado de sus ascendientes», explica María Luisa Llorens, encargada de exposiciones en el Museo de la Seda.

La primera de las familias a las que hace mención es la familia Lita, de la que tres generaciones fueron peluqueros de la Virgen. En su día, hicieron una donación de tenacillas y otros elementos con los que hacía y peinaba las pelucas, hechas con hilo de seda. También donaron algunas de las fotografías que están actualmente expuestas en la sala de la Pasamanería.

La pieza más importante, afirma Llornes, es el Manto de los Juguetes, de la Parroquia de la Transfiguración de Nuestro Señor, de Ibi

Para hacer posible este manto, participaron muchas familias cuyos nombres están bordados en su reverso. Se trata de una pieza de mediados del siglo XX, con bordado valenciano y dibujo menudo y ligero. Tiene unos ángeles con las alas al aire, elemento propio del bordado litúrgico valenciano, aunque cuenta con la excepcionalidad de que las caras, manos y pies de estos ángeles son de marfil. Esta pieza se expone en la Sala de la Fama, junto con cuatro juegos completos de casulla, capa pluvial, paño de hombro y estola de la Parroquia de San Nicolás, de color azul purísima o mariano.

Espolín valenciano

Una de las colaboraciones más importantes es la de una imagen de la Virgen de los Desamparados cedida por el Museo de la Basílica, que presidirá el Altar de la Capilla y estará custodiada por dos mariolas, de Pedro Arrúe, y un frontal compuesto por un tejido espolín valenciano. Además, Daniel Bada, prestará por tercera vez una Virgen de plata que quedará expuesta en la vitrina de las alhajas de la Capilla. La imagen estaba en la «cárcel Modelo».

Por lo que respecta a la cesión que realiza la parroquia de San Nicolás, se trata de una casulla, una dalmática y cuatro conjuntos de capas pluviales completos. Datan de mediados del siglo XIX y su singularidad se debe a su color «azul purísima».

El uso de este color en la liturgia es un privilegio de la Iglesia en España, otorgado por el Papa Pío VII en 1817 y se reserva a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Otra de las singularidades es el espolín de seda de la casulla y la dalmática elaborados con el dibujo conocido como «emperatriz» bordado con metales en oro.

Los galones para las casullas van a juego y están realizados con metal oro de estampado con motivo floral.