Municipalismo
Traiciones, transfugismo y un Vox y PP divididos: la rocambolesca historia detrás de la moción de censura en San Antonio de Benagéber
El exalcalde independiente Enrique Santafosta, ahora en el PP, listo para volver a la alcaldía tras proponérselo una concejal de Vox por sorpresa
Bienvenidos a una historia política que bien podría estar sacada de una película de Hollywood, pero que ha ocurrido en la realidad en el municipio de San Antonio de Benagéber, con apenas 10.000 habitantes censados entre el pueblo y las urbanizaciones de esta zona aledaña a la capital.
La noticia que ha saltado hoy es la de la vuelta de Enrique Santafosta a la alcaldía gracias a una moción de censura que contaría con el apoyo de otros seis ediles, cuatro de la Agrupación Independiente de San Antonio de Benagéber (Aisab), uno no adscrito y otro el de la concejala de Vox, María José Esteve.
Hasta ahí la cosa podría parecer normal, pero la cosa se enreda cuando se conoce que Santafosta es en realidad uno de los fundadores del partido independiente Aisab, con el que ganó las elecciones en 2023 e iba a repetir como alcalde por tercer mandato consecutivo tras haberlo sido desde 2015.
Tenía un acuerdo con los tres ediles del PP "por escrito", como asegura a LA RAZÓN, pero "cuando llegó el día de la votación hicieron lo contrario a lo firmado" y decidieron hacer alcaldesa a la única edil de la formación menos votada: Eva María Tejedor Marí, no adscrita. Para conseguirlo tuvieron que pactar con Guanyem, una coalición de Podemos y Compromis, con los dos ediles de Vox y otros dos del PP que rompieron lo pactado: Luis Trejo y Pedro Enrique Pérez Casas.
Entre todos, consiguieron apartar a Santafosta de la alcaldía, quien entonces dudó sobre su futuro. "En marzo estaba reflexionando si seguía o no en política y la verdad que tenía la posibilidad de irme, había tocado techo en Aisab, había ganado tres veces las elecciones", explica por teléfono a este diario. Pero entonces hubo un giro de tuerca.
El único edil del PP que se había abstenido en la votación de 2023 conforme lo pactado, Enrique Celda, pasó al grupo de no adscritos, aunque mantuvo su acta y seguía formando parte del PP, quien a su vez abrió un expediente sancionador para expulsar a Luis Trejo y Pedro Enrique Pérez, quienes todavía a día de hoy representan al partido en el municipio a pesar de no contar con la aprobación de la dirección del PP.
Llegado abril, el PP ofrece a Santafosta ser su cabeza visible, y este abandona el partido que creó, Aisab, y acepta con las miras puestas en las elecciones de 2027. "Al final soy liberal, de centroderecha, de hecho a nivel autonómico y nacional siempre ha sido el partido que he votado", defiende Santafosta.
Al no poder inscribirse con un nuevo partido, pasa a ser no adscrito, como Celda, el otro edil del PP que pasa a formar internamente parte de la nueva dirección del partido en San Antonio de Benagéber.
Hasta hace unos días esta era la rocambolesca situación, con un PP dividido y una coalición Frankenstein con Podemos, Compromís y Vox en el mismo gobierno aupando al partido menos votado. Hasta que la segunda edil de Vox ha dicho basta: María José Esteve Martínez, delegada de las Áreas de Juventud, Cultura y Fiestas levantó el teléfono y llamó a Santafosta, ofreciéndole su apoyo para que fuera alcalde él, siempre y cuando consiguiera los apoyos del partido que acababa de abandonar.
Lo que podría parecer sorprendente es que lo ha conseguido. Desde Aisab afirman en sus redes sociales que la situación del municipio "no puede prolongarse más", por "la falta de gestión y la parálisis del gobierno" que han frenado "proyectos fundamentales y retrasado solucione" que los vecinos necesitan. "Estamos dispuestos a asumir nuevamente el gobierno con más fuerza, determinación y experiencia que nunca", para devolver "la estabilidad, la eficacia y la ilusión a nuestro pueblo".
La agrupación independiente asegura que su compromiso es recuperar los proyectos iniciados en la anterior legislatura, desbloquear la gestión municipal y poner en marcha las iniciativas que San Antonio necesita y garantizar "un modelo de gobierno transparente, ágil y cercano, que escuche y resuelva".
Santafosta defiende que ha conseguido reclutarles para la causa ya que "no me fui mal del partido porque todas las personas que hay ahí gozaron de mi total confianza", y aunque admite que "no voy a decir que no les dolería que su cabeza se marche a otro partido", cree que "han entendido ese paso, otra cosa es que lo compartan o no".
Lo curioso es que el propio Santafosta había redactado en los estatutos de Aisab una medida contra el transfugismo por el que quien se cambiara de partido debía abonar 30 veces el SMI, lo que hubiese supuesto casi medio millón de euros, pero antes de abandonar el partido que fundó se aseguró de cambiar los estatutos para no verse afectado y pagar la multa.
Vox se rompe en dos
La posibilidad del cambio de Gobierno viene gracias a la edil de Vox. "Nos llamó ella y nos ha presentado esta alternativa, decía que ella no puede continuar así viendo lo que estaba pasando", asegura Santafosta.
La dirección del partido en la provincia de Valencia ya se ha desmarcado de su decisión, que han dicho que no ha sido consultada con ellos ni con el portavoz del partido en San Antonio de Benagéber, Salvador Barberá, que en un principio se opone a la moción de censura que vería como le saca del gobierno. "Dicha decisión representa únicamente la posición y la voluntad de la citada concejal", aseguran desde Vox, quienes no han especificado si esta edil dejará el partido y pasará a ser de los no adscritos.
El exalcalde que busca retomar la vara de mando asegura que "el objetivo de esta amalgama que se unió era que yo no fuera alcalde y cuando ese es el único objetivo real, no tienes proyecto ni navegas hacia ningún lado", asegura. "Esas piezas de un puzle con Compromís, Vox y PP no casan. Es como el aceite del agua y al final es un gobierno que va como pollo sin cabeza, con cambios de dirección constantes y sin una línea definida", afirma Santafosta.
Este asegura que "no estaba en nuestra agenda hacer esta moción, pero estamos aquí y por responsabilidad vamos a intentar enderezar esto el año y medio que queda de legislatura".
Ahora falta confirmarlo el 24 de septiembre a las 12:00 horas en el pleno donde se votará la moción de censura. Un pleno en el que Santafosta espera que no le den la espalda de nuevo: "Se supone que no, pero en la vida todo es posible", asume.