Las necesidades del confinamiento

Las necesidades en la vida diaria de una persona en condiciones de normalidad tienen una clara diferencia con las que han nacido en el periodo de confinamiento que nos está obligando a mantenernos encerrados entre cuatro paredes durante ya más de un mes y camino del segundo. Y es que hemos modificado hasta los hábitos relativos a nuestros productos de primera necesidad Primero fue el papel higiénico. Fue decretarse el estado de alarma, e inmediatamente se agotó de todas las estanterías de los supermercados. Ahora, es el turno de la levadura. Este producto ha experimentado un crecimiento en el interés de los consumidores internautas del 1.392%. Y si no hay en los supermercados, pues se compra por internet. La venta online de la levadura se ha disparado. Ha subido más de un mil por cien. Este confinamiento, sin duda, nos ha brindado la oportunidad de disfrutar cocinando en familia y de sacar nuestro lado más creativo para elaborar platos y postres.

Hemos descubierto también nuevos entretenimientos y hobbies. Uno de ellos es el de cortarse el pelo en casa. Pero no solo el corte de pelo. La tendencia ahora es raparse al uno. Y esto no entiende de género, tanto hombres como mujeres han querido experimentar un cambio radical en su aspecto físico.

Sin embargo, hay quienes han decidido cambiar ese improvisado paso por la peluquería en casa por otro tipo de transformación, el de quitarse el estrés con un poco de yoga o el de trabajar el físico con tablas de ejercicios de todo tipo. Las pesas se han convertido en uno de los productos más populares durante el confinamiento. Aunque es un aspecto bastante contradictorio. Nos hinchamos a hacer pesas, pero las torrijas del postre, que no falten.

La iglesia online, un ratón para ordenador y, cómo no, los móviles, son otras de las actividades y objetos más demandados por los españoles. La necesidad de comunicarse con familiares y amigos ha aumentado en un 53,2% el uso de llamadas y aplicaciones de mensajería instantánea.