Sección patrocinada por sección patrocinada

Cultura

Las dos presuntas víctimas de Domingo, “decepcionadas” por su incapacidad para sentir “remordimiento”

Patricia Wulf y Angela Turner-Wilson responden al cantante, quien asegura a LA RAZÓN que «no he sido acusado de ningún delito y no voy a resolver esto en los tribunales»

Plácido Domingo recibirá el día 15 un homenaje en La Scala, donde debutó "Ernani"
Plácido Domingo recibirá el día 15 un homenaje en La Scala, donde debutó "Ernani"ALBA VIGARAYEFE

Plácido Domingo optó por no hablar durante cuatro meses. Apenas un par de comunicados. Nada más. Al llegar a España para cantar «Nabucco» em Valencia rompió su silencio y habló para varios medios. Era cuestión de tiempos que las dos presuntas víctimas de acoso sexual que lo denunciaron en un medio de comunicación, nunca en los tribunales, contestaran a sus manifestaciones.

Tanto Patricia Wulf como Angela Turner-Wilson consideran «decepcionante y perturbador» su incapacidad para sentir «remordimiento». Ambas denunciaron el pasado mes de agosto, con días de diferencia, haber sido víctimas de acoso sexual por parte del artista, quien contestó entonces mediante un comunicado.

«No se comportó como un caballero cuando hizo proposiciones sexuales a mujeres en repetidas ocasiones en su lugar de trabajo y cuando las manoseó o las besó en contra de sus negativas», declaran. Un comunicado remitido por la abogada de ambas a la agencia Associated Press devolvía el tema a la actualidad, pues las dos presuntas víctimas no habían vuelto a hacer declaraciones. De hecho, las investigaciones que llevan a cabo tanto el Metropolitan como el sindicato de la ópera siguen su curso.

Con la cabeza muy alta

Sobre su decisión de no hablar hasta la semana pasada Domingo aseguró a LA RAZÓN que «ofrecí una declaración desde la primera información que se publicó en la que negué rotundamente que los sucesos fueran como se presentaron. Traté de expresar en aquel comunicado que nuestra cultura española del piropo y de la galantería hoy se percibe y se razona de manera totalmente diferente. Inclusive ofrecí y mantengo una sentida culpa si llegué a ofender a alguien sin la menor intención». Domingo señala que poco podía hacer o decir «para calmar o frenar la tormenta que se desató. Era imparable y siguió su curso. Ahora era importante para mí, y desde mi casa, aclarar algunos puntos».

La tormenta ha vuelto a estallar. La mezzosoprano Wulf dijo haber sufrido las proposiciones y el caso del tenor en 1998, cuando los dos compartían escenario en la Ópera de Washington, cuando Domingo era director general. Turner-Wilson dijo a Associated Press que el tenor introdujo sus manos en el interior de su vestido y la tocó los pechos cuando ambos compartían camerino durante una sesión de maquillaje.

La pregunta, pues, es clara: ¿Ha pensado emprender acciones legales y recurrir a los tribunales? «Uno piensa de todo, pero no, no pienso actuar en contra de nadie. No he sido acusado de ningún delito y no voy a resolver esto en los tribunales. Yo voy a seguir con mis compromisos y con la cabeza muy alta para esclarecer mi reputación». Cuando se le pregunta por lo más duro que ha tenido que escuchar desde agosto responde con esta frase: «Jamás me he comportado de la manera acosadora, agresiva y vulgar en la que me han acusado».

Lejos de Estados Unidos

Un día antes de abrir temporada en el Metropolitan con «Macbeth» junto a Anna Netrebko decidió retirarse del cartel. Se rompían así más de cincuenta años de relación. Domingo prefería hacerse a un lado ante las protestas que habían surgido entre los empleados del coliseo, que declaraban sentirse «incómodos» durante los ensayos con la presencia del cantante.

Una semana después dejaba la dirección de la Ópera de Los Ángeles, con lo que su relación artística con Estados Unidos quedaba rota, después de que la Ópera de Filadelfia y la de San Francisco cancelaran las actuaciones que tenía previstas.

¿Volverá alguna vez al escenario del Met?, le preguntamos a Domingo. «No lo creo. Me llevo muchos recuerdos maravillosos de 51 años de entrega y la satisfacción de haber cantado el ensayo general de ‘‘Macbeth’’ en ese escenario junto a mi querida Anna Netrebko. Nadie me podrá quitar eso», responde. Y añade que “el público americano ha sido extraordinario conmigo durante casi 58 años y quiero pensar que esa relación sigue existiendo, aunque quizá ya no sea en los escenarios operísticos, pues pienso que para cuando todo se calme me habré retirado de la ópera. Quizá en algún otro tipo de escenario y en concierto. No lo sé. Solo el tiempo lo dirá”, añade.

El 15 de diciembre se cumplen años de su debut en La Scala. Le preguntamos que queda hoy de aquel Ernani: “Un recuerdo maravilloso de esa noche. Tenía apenas 28 años cuando debuté allí con ese papel excepcional, aunque quizá haya sido uno de lo que menos he cantado en mi carrera. De 14 funciones, 12 de ellas las canté en La Scala. Lo que queda de aquel Ernani soy yo, que conservo la pasión y el deseo de entrega que poseía aquel día. Me emociona volver a este históric o y maravilloso coliseo con una gala enteramente verdiana”.

¿Dirigir un teatro
No le faltan ganas, ni energía ni planes de futuro. ¿Pensó dejar los escenarios, la carrera, tras las acusaciones de presunto acoso sexual? “No, por su puesto que no”, responde el tenor. “Tengo muchísimos proyectos en perspectiva y sueños que espero poder cumplir y, si todo va bien, los vamos a realizar. Tengo ofertas en diferentes teatros en cuanto a labores de dirección y organización, tanto en Europa como en Latinoamérica. En Estados Unidos es donde he tenido el problema, pero América es inmensa, muy vasta, desde México a Tierra de Fuego, fíjate si hay sitios donde trabajar. Serían proyectos de envergadura, grandes, que estarían conectados”, desvela. ¿A corto, medio plazo? “Ten en cuenta que este tipo de planificación se hace en el mundo de la música con dos o tres años de antelación, así que habrá que esperar ese tiempo para poder ponerlos en marcha”.