Per Olov Enquist, la leyenda del santo bebedor sueco
Se dio a conocer internacionalmente con “La visita del médico de cámara” y participó como guionista en la película “Pelle, el conquistador”
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Fue uno de los grandes escritores de Suecia. Cultivó el teatro, el ensayo, la novela, y trabajó como guionista en el cine. Fue el de una de las películas más conocidas de su país: «Pelle el conquistador», dirigida por Bille August y protagonizada por Max Von Sydow. El filme ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera. Su trayectoria hasta ese momento había estado jalonada por el éxito literario. Ayer, Per Olov Enquist, que nació en Hjoggbole en 1934, falleció a los 85 años. Con su desaparición, las letras suecas pierden a uno de sus patriarcas, uno de los nombres que se habían convertido en referencia por su prestigio. Sus libros abordaron desde la ficción hasta la autobiografía. Las historias que escribía siempre tuvieron un estilo marcado por dos pilares esenciales. Uno, una intensa melancolía, que algunos han querido vincular con su vida. El segundo, fijarse minuciosamente en la Historia.
Lado social
Los críticos señalan el vacío que deja la desaparición de uno de los narradores más importantes del norte de Europa y uno de los escritores que más marcó a los jóvenes de su país. También se recalca el lado más social del autor, que, curiosamente, había nacido en el seno de una familia religiosa y tuvo episodios de depresión que pueden rastrearse en su trayectoria. Su obra llegó a España a través de Nórdica, que durante 14 años ha ido entregando a los lectores sus principales trabajos. Assí, en este sello se publicó «La visita del médico de cámara». Una novela de carácter histórico que cuenta el romance que surgió entre el médico de Christian VII y la reina. Este título le dio la fama internacional y le procuró en 2001 una de las distinciones más importantes de Suecia: el August Prize. Otro de los libros suyos con más éxito fue «La partida de los músicos», que publicó en 1978.
A su trayectoria hay que sumar «La biblioteca del capitán Nemo», «La noche de las tríbadas», un texto dramático que trascendió fronteras, «El ojo de cristal» y «El quinto invierno del magnetista».Uno de los géneros en los que alcanzó mayor prestigio fue el de las memorias. De hecho, volvió a ganar un August Prize con «Otra vida» (el título es un homenaje a Strindberg), que sacó en 2008. Estas páginas, de una gran sinceridad, fueron muy aplaudidas por la crítica y los lectores. En ellas, reconocía la lucha que mantuvo contra el alcoholismo, una adicción que se convirtió en su caballo de batalla. A esta obra de carácter personal hay que sumar una segunda parte, «El libro de las parábolas», que le reportó una enorme popularidad. Este libro cimentó definitivamente su nombre como uno de los grandes creadores que ha habido en su país desde los años sesenta. Otro de los trabajos que desempeñó fue el de periodista deportivo, quizá porque en su juventud fue saltador de altura. De hecho, también participó activamente en la televisión sueca, donde fue moderador desde 1965 a 1976.