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Museo del Prado

El Prado acapara todo su aforo en su primer día

Una familia con tres niños, los primeros en ver de nuevo “Las meninas”

El Museo del Prado reabría hoy las puertas. Lo hacía a un tercio de su capacidad (1.800 personas como máximo en vez de las casi 9.000 que puede admitir), pero las entradas se habían agotado desde el jueves, cuando se anunció su apertura con una remodelación de las colección permanente. Antes de que entrara el primer visitante, Raúl, al que daría la bienvenida la escultura «Carlos V y el furor», pero sin la tradicional armadura que suele llevar la escultura, el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes y el presidente de su patronato, Javier Solana, desplegaron una gran pancarta en la entrada alta de Goya en la que se leía “Reencuentro”. A continuación, dieron una vuelta por el espectacular montaje que se ha preparado para esta ocasión.

Desde ese momento han accedido los primeros visitantes a la pinacoteca madrileña, que llevaba desde el pasado mes de marzo cerrada por el coronavirus. Como ya se había avanzado, se sucedieron los grupos, compuesto por unas ochenta personas cada media hora, siempre respetando la distancia de dos metros establecida por el Ministerio de Sanidad. A la entrada se tomaba la temperatura, como establece el protocolo preparado para esta ocasión, y se ofrecía gel para desinfectarse las manos. Los primeros en acceder a la Sala XII fue un grupo familiar compuesto por los dos padres y tres niños, uno de ellos en carrito. En el corazón del museo se toparon con una sorpresa imprevista. Un quinteto de cuerda de la Orcam estaba interpretando «El himno de la alegría». Lo hacían delante del lienzo más emblemático del museo, «Las meninas», una obra que ahora se muestra al lado de los bufones del artista, «Los borrachos» y «Las hilanderas», un verdadero espectáculo para los amantes del arte.

Los nuevos visitantes recorrieron el itinerario establecido (no están abiertas todas las salas) para disfrutar de las 250 piezas que se pueden contemplar (para este montaje se han movido de su emplazamiento original alrededor de 190). Muchos expresaban su deseo de regresar a un museo después de este largo confinamiento y volver a disfrutar del arte. Y había quienes reconocían que estaban deseando a circular por estas estancias privilegiadas de la pintura. Y esta, además, es una ocasión magnífica para hacerlo, porque, debido al aforo limitado, se va poder tener una experiencia completamente diferente: apenas habrá público delante de las grandes obras maestras del Prado. Una oportunidad excelente para estar delante de «La anunciación» de Fra Angelico, el «Saturno» de Goya, «El autorretrato» de Durero o la obra de El Greco sin que existan aglomeraciones.

Junto al Prado, han reabierto los otros dos grandes museos de la capital, el Museo Thyssen Bornemisza y el Reina Sofia, también a un tercio de su capacidad, pero no han previsto un reordenamiento de sus colecciones, aunque sí un recorrido que pasa por delante de sus grandes obras maestras para atraer público.