La Fundación Juan de Borbón, en peligro

La Fundación Don Juan de Borbón nació en 1996 con la voluntad de reivindicar el protagonismo de Segovia como Ciudad y Tierra de Culturas, acogiendo, integrando y difundiendo todos los saberes de la humanidad como factor de una mejor convivencia. Se rige por un Patronato del que forman parte el Ayuntamiento de Segovia, como piedra angular, la Diputación Provincial, la Junta de Castilla y León, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, el Patronato del Alcázar, y otras diversas entidades y personalidades. Sus actividades han sido muy amplias a lo largo de estos años, tanto en divulgación como investigación.

En el primer aspecto hay que destacar el Festival Musical de Segovia y que incluye la prestigiosa Semana de Música de Cámara, posiblemente el certamen más antiguo de la ciudad con sus 50 años de vida. Colabora con el Centro Nacional de Difusión Musical en las Jornadas de Música Contemporánea, en las que ha habido numerosos estrenos e incluso un programa dedicado a mujeres compositoras. Ha promovido las Semana de Música Sacra, el Folk Segovia, el Festival Folklórico Internacional La Esteva, el Curso de Canto y Técnica Vocal y el Premio Agapito Marazuela.

Su MUSEG busca conectar con nuevos públicos y aprovechar la capacidad transformadora del arte, una iniciativa encaminada a que sean los estudiantes los que se empapen de música y otras disciplinas para despertar en ellos el interés que mantendrá vivo el Festival por muchos años. Los talleres “Contactando con la Música ¿Contemporánea?” han fomentado que escolares entre 8 y 12 años se acerquen a la música y otras disciplinas artísticas desde las aulas. La formación musical y la investigación son líneas fundamentales.

Esta misma semana ha tenido lugar la final y entrega de premios del Concurso Santa Cecilia en colaboración con Hazen, en el que participan niños y niñas de hasta 14 años. La Fundación Don Juan de Borbón, adscrita al Ayuntamiento de Segovia, organiza este premio no solo para contribuir al desarrollo musical de los pequeños pianistas y de sus trayectorias artísticas, sino también para generar un espacio de encuentro en el que compartir inquietudes y experiencias musicales. Como puede verse una actividad incesante que coloca a Segovia en un nivel cultural superior al de la mayoría de las ciudades similares.

Sigo desde prácticamente su nacimiento a la Fundación, desde los tiempos iniciales de José Luis Martínez a los actuales de Noelia Gómez. En 1997, año siguiente a creación, se celebró el denominado “I Encuentro de la crítica musical”, convocado por la Fundación. Veinticinco críticos, con el añadido de algunos profesionales de la organización de espectáculos o el mundo discográfico, nos reunimos bajo el objetivo de “crear un espacio de conocimiento mutuo entre los críticos y la reflexión entre ellos sobre el desempeño del oficio en la actualidad, así como las perspectivas de futuro ante la actividad musical en le próximo siglo XXI”. Me llegan noticias incomprensibles sobre la continuidad de la Fundación, que espero no sean ciertas y menos que el problema fundamental sea su nombre “Don Juan de Borbón”. ¿Es posible que en España hayamos llegado a este punto?