Louis Armstrong, entre mafiosos, racistas y prostitutas
★★★★★
Por Lluís Fernández
Hay múltiples maneras de adscribir genéricamente el «City Blues Quartet» de Ray Celestine. Unos lo tildan de «neo-noir», cuando no de retrato vívido de la sociedad norteamericana. En ellas se sigue una continuidad temporal que abarca casi todo el siglo XX y que protagonizan una detective negra, Ida Davis, su amigo de infancia Louis Armstrong y una ciudad que va siguiendo la moda del jazz desde su invención en Nueva Orleáns. Tiene, por tanto, cuatro protagonistas, la agente que investiga los crímenes, la carrera de Armstrong, los lugares en los que el jazz fue evolucionando a lo largo del siglo XX: la citada Nueva Orleáns, Chicago, Nueva York y Los Ángeles, y, por último, la Mafia y sus respectivos capos que, además de controlar la droga, la prostitución y la corrupción, dirigen los clubes nocturnos, Hollywood y las casas discográficas.
En «Jazz para el asesino del hacha» era Nueva Orleáns en el momento que Armstrong triunfa con el jazz en 1919 e Ida Davis investiga a ese brutal criminal. En «El blues del hombre muerto» ambos personajes se trasladan a Chicago en 1928, donde Ida ayuda al ex policía Michael Talbot a resolver el asesinato de un gángster mientras Armstrong triunfa junto a Al Capone.
Asombroso recorrido
Y, por fin, en «El lamento del mafioso», los tres personajes tratan de investigar un asesinato múltiple en el Nueva York de posguerra mientras el director del Copacabana busca dos millones de dólares. Los años del hundimiento de las grandes orquestas de swing obligan a Louis Armstrong a renovarse ante el empuje del bebop de Charlie Parker justo cuando el senador McCarthy empapela a los «diez de Hollywood» por actividades anti americanas.
Es evidente que el lector se enfrenta, absolutamente perplejo, a un ambicioso fresco del siglo XX en una renovada novela histórica insólita, que Celestine pone punto final a la serie «City Blues Quartet» que empezó en Los Ángeles en 1967 con «Sunset Swing» (2021). Nada similar se había escrito desde el novelón «Ragtime» de E.L. Doctorow. Su singularidad es que Ray Celestine es inglés y reconstruye desde su despacho de Londres el siglo XX pop con una fidelidad y frescura que emocionan tanto como deslumbran. En «El lamento...» no puede faltar un asombroso recorrido por Nueva York durante la gran nevada del 47, literariamente apabullante, entre guerra de capos, racismo, prostitución y corrupción general. Pocas novelas como ésta consiguen hacerte feliz mientras la lees y desgraciado cuando la terminas.
▲ Lo mejor
El grado de verosimilitud que derrocha este fresco, entre mafiosos despiadados y seres a la deriva
▼ Lo peor
Un final con una cierta voluntad épica que chirría pero acaba enganchando