Crítica de “La ruleta de la fortuna y la fantasía”: tres deseos ★★★★★

Dirección y guion: Ryûsuke Hamaguchi. Intérpretes: Kotone Furukawa, Kiyohiko Shibukawa, Katsuki Mori. Japón, 2021. Duración: 121 minutos. Drama.

Coincidencias e imaginación. “La fortuna y la fantasía” del título, como si el azar y la creatividad fueran antónimos. Una situación que creemos bajo control se desborda, porque la necesidad de contarnos como un relato -es decir, como una ficción que podemos moldear a nuestro antojo- acaba por desmoronar lo que conocemos como real, a veces para mejorarlo. Tal vez lo que entendamos como azar -esa energía indómita que, como un zoom, reencuadra una cierta verdad del plano, que surge tanto de las incesantes conversaciones que mantienen los personajes (al filo del autoengaño, de la mentira piadosa o púdica o de la maquinación) como también de sus pausas- no sea más que una estrategia de la vida para organizar nuestros deseos y hacerlos más plausibles, más benéficos, más imprevisibles.

Si la excelente película de Ryûsuke Hamaguchi -del que convendría recuperar “Happy Hour” y “Asako I & II”, ambas en Filmin, y del que habrá que celebrar su enorme “Drive my car”, de próximo estreno- es rabiosamente contemporánea, lo es en la medida en que el cine de Rohmer era universal. No hay que dejarse engañar por el naturalismo que respiran los tres cuentos que configuran este filme ómnibus. En la extraña precisión con que retrata el misterio de la atracción y la empatía reside su irresistible magnetismo, que tiene más que ver con la fascinación que ejerce la proyección de una realidad deseada que con la realidad misma.

El tercer episodio es una obra maestra del equívoco, una hermosa comedia de los errores con final feliz.

Que su estreno no haga doblete con el de “Drive my car”.