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Premio Ribera de Duero a Liliana Colanzi: «La historia es una herida que siempre sigue vigente»

La escritora gana el VII galardón por «Ustedes brillan en lo oscuro», un volumen de relatos de ciencia ficción y horror que tuvo parte de su inspiración en el accidente nuclear de Goiânia, en Brasil

La escritora Liliana Colanzi
La escritora Liliana ColanziPáginas de EspumaPáginas de Espuma

La escritora Liliana Colanzi (Bolivia, 1981) ha ganado el VII Premio Ribera del Duero, uno de los galardones más relevantes dedicado a la narración breve, con el libro «Ustedes brillan en lo oscuro». Un volumen de cartografías indagatorias que el jurado, compuesto por Rosa Montero, Cristian Crusat y Marta Sanz, ha valorado por su «gran originalidad y potencia expresiva» y por aspirar a construir «mundos extraños aunando las claves de la ciencia ficción y el realismo para llevar a cabo una crítica que nos sitúa ante el desconsuelo y la inquietud de la vida». La escritora, que ya había relevado su notable predisposición por el cuento en dos publicaciones anteriores, «Vacaciones permanentes» (2010) y «Nuestro mundo muerto» (2016), dos títulos que recibieron buenas críticas y fueron premiados, regresa a este género conun volumen que, como ella misma explica, muestra «un interés por dislocar el tiempo, por entenderlo más allá de la corta vida humana: nos movemos por sedimentos históricos y geológicos que nos definen y que es posible escarbar y remover en la escritura».

¿El título de dónde proviene?

Es el nombre de uno de los cuentos del libro. Tiene que ver con materiales radiactivos. Hay varias historias que giran alrededor de esto. Me interesa porque la tecnología nuclear ha dado la posibilidad de tratamientos para el cáncer y tiene un potencial enorme desde este punto de vista, pero, al mismo tiempo, los materiales radiactivos pueden ser tóxicos. La idea me vino de un hecho real: cuando dos recolectores de chatarra entraron en un hospital abandonado en Goiânia (Brasil) y robaron el equipo para tratar el cáncer. Al desmontarlo contaminaron una ciudad. Me interesé por los efectos profundos en la comunidad y la manera en que funciona la radiactividad.

¿El qué, en concreto?

Si no se entiende, la energía nuclear parece algo sobrenatural, una fuerza misteriosa, enigmática, que produce efectos terribles. Aquí mezclo elementos futuristas y otros tradicionales. Hago una ciencia ficción que juega con elementos procedentes de las costumbres y ciertas proyecciones de futuro. Para estos cuentos me basé en el accidente nuclear de Goiânia. Según la gente, los afectados por la radiación, o que estuvieron en contacto con ella, brillaban en lo oscuro. Me atrajo la posterior estigmatización que sufrieron estas víctimas.

Una guerra nuclear podría llevarnos a la extinción.

No creo que nos vayamos a extinguir, pero creo que quedan décadas muy complicadas por la amenaza muy real que supone, entre otros asuntos, el cambio climático. Es un reto que desafía nuestra capacidad de respuesta, nuestra capacidad de generar consenso entre países y de pensar alternativas a un capitalismo que es depredador. No creo que los hombres desaparezcan, pero sí que hay otros seres vivos que se están extinguiendo. Las condiciones que vamos a vivir los hombres van a cambiar de forma considerable. Es una época que nos va a exigir un esfuerzo de concertación y de imaginación para el cual no estamos a la altura.

¿La ciencia ficción es una excusa para hablar del hombre?

Si. Es una forma de hablar de muchas cuestiones que nos atañen situándolas en otro contexto. La ciencia ficción que me interesa es la que presenta elementos anacrónicos del pasado y los proyecta hacia adelante en el tiempo. En este volumen existen relatos de todo tipo de géneros: fantásticos, de horror y otros en los que hay elementos especulativos y de desfamiliarización de lo real, con cierto extrañamiento de lo real. No me interesa una literatura mimética de lo real, con una pretensión de lo real, sino cómo la literatura nos ayuda a ver lo que nos rodea desde la perspectiva de lo raro. El mundo es muy extraño y la literatura es un vehículo fundamental para comprenderlo.

El hombre también es un enigma.

Sí, lo es, pero me interesa ir más allá de lo humano. El relato «La cueva» discurre a lo largo de siglos. El personaje es la cueva y todos los procesos biológicos que tienen lugar en este espacio y, también, en todo ese trajín de insectos, animales y humanos que pasan por su interior. La literatura es un ejercicio de imaginación que permite salir de nosotros y ver los tiempos del universo.

¿Qué es lo importante en un cuento?

No existen fórmulas para ningún cuento y ahí reside el desafío, tratar de encontrar el corazón de cada relato acudiendo a géneros como la ciencia ficción, el horror y lo fantástico. Cada cuento me plantea un enigma que tengo que descubrir con la escritura y que me obliga a partir de cero, porque no hay un criterio único que funcione en ellos. La literatura nos ayuda a lidiar con lo invisible, como un virus. La literatura especulativa que propone la ciencia ficción, por ejemplo, es una buena herramienta para pensar.

Lo invisible, dice.

La literatura puede hablar de aquello que no es perceptible al ojo humano y hacerlo presente. La literatura ha hablado de fantasmas y criaturas invisibles, y, por eso, está preparada para hablar de elementos radiactivos. En este sentido es una vía o un camino para explorar aquello que existe a niveles microscópicos, y que influye en nosotros.

¿Le atraen los fantasmas?

Vivimos todo el tiempo rodeados de fantasmas, de hechos pasados que tienen repercusiones directas en nuestras existencias. En nuestros tiempos está presente el fantasma de un pasado colonial, que está muy vivo, que está muy presente como eco de ciertos periodos de la historia. Por ejemplo, en Bolivia, sería la época de extracción de materiales de la tierra. Aquello que no está presente físicamente, pero sobrevive, es algo que no se puede excluir fácilmente de nuestras vidas.

Habla de la historia.

La historia es una herida que siempre sigue vigente y que sigue determinando la forma en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos. Es un error pensar en los hechos históricos como unos acontecimientos cerrados que no tienen repercusiones en el presente. Me interesa cómo ciertos hechos continúan resonando en el presente y siguen teniendo una gran influencia en la manera en cómo vivimos hoy.

¿Cuál es la raíz de sus cuentos?

Alguna noticia que he leído, una conversación, un sueño, pero sobre todo me nutro de otros libros que me inspiran. Necesito siempre tener cerca textos para ir robando cosas y dialogando con otros autores. En este libro, me sentí muy en diálogo con las autoras Amparo Dávila y Silvina Ocampo.