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Estreno

Crítica de “JFK: Caso revisado”: crónica de una obsesión ★★☆☆☆

Un fotograma de "JFK: Caso abierto"
Un fotograma de "JFK: Caso abierto"ImdbImdb

Dirección: Oliver Stone. Guion: James DiEugenio. Estados Unidos, 2021. Duración: 118 minutos. Documental.

A estas alturas, ¿podemos fiarnos de Oliver Stone? Su fascinación por figuras de poder mesiánicas, de sesgo ideológico tan distinto como Fidel Castro, Hugo Chávez, Vladimir Putin o John F. Kennedy, podría hacernos pensar que no. Si hablamos del atentado al presidente norteamericano, hay que añadirle otra fascinación aún más discutible por las teorías de la conspiración que alimentan youtube de noticias falsas y testimonios estrambóticos. ¿Por qué, pues, volver al tema que el abogado Jim Garrison deconstruía con tanta pericia en el juicio de “JFK”, festival de la investigación subterránea que demostraba, con la ayuda del montaje sincopado y politexturado de Stone, que Lee Harvey Oswald era solo un chivo expiatorio que la CIA utilizó para abrir camino a la intervención americana en Vietnam? Si Oliver Stone pasa por sus horas más bajas como cineasta -hace seis años desde “Snowden”, que no era para tirar cohetes-, resucitar los laureles de “JFK” es un ‘memento mori’ para recordar al espectador que hubo un día en que parecía tomarse en serio su trabajo.

El problema de “JFK: Caso revisado” es que confunde el torrente de información inútil -es difícil que el público entienda cuál es el objetivo de este documental que podría ser un farragoso capítulo de “Equipo de investigación”- con el rigor informativo, siempre sesgado por la retorcida subjetividad de su autor. El resultado final es de un dudoso oportunismo, ahora que Trump está fuera del gobierno, y que la operación de desplazamiento simbólico de la conspiración contra Kennedy a la contemporaneidad resulta más forzada. Stone tampoco se libra del formato de las cabezas parlantes y las imágenes ilustrativas. Cree tener suficiente material para reabrir el caso, como un paranoico de libro con síndrome de Diógenes que acumula archivos en su casa con la esperanza de que, algún día, alguien le escuche y le dé la razón. Solo le falta quemarse a lo bonzo delante del Congreso para llamar la atención con una pancarta pidiéndole a Biden que exhume los restos de Kennedy para examinar de nuevo sus huesos horadados por una bala mortal.

Lo mejor

Provoca un deseo incontrolable de revisar “JFK”, donde todo lo que Stone tenía que contar sobre el tema era apasionante.

Lo peor

Pensar que, tal vez, Stone dé por agotado el tema del atentado a Kennedy.