La cara oculta de Van Gogh: hallan un autorretrato desconocido tras el de una campesina
A través de rayos X, se ha localizado esta pintura, que fue tapada con pegamento y cartón a principios del siglo XX, según los expertos
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Todos los artistas tienen una cara oculta. La de Picasso, quizá, deriva del puro nerviosismo y ansiedad creativa. La de Leonardo, cómo no, está rodeada de genialidad y misterio. La de Goya o Tiziano se puede atribuir a la equivocación pero, como Rembrandt o Munch, debe estar más encaminada a la rectificación. El caso de Van Gogh es más terrenal, palpable, pues tiene que ver con la supervivencia económica, con esa humildad y pobreza que se identifica tanto con el pintor como su propia obra. Y es que, esa cara oculta no hace referencia a una doble personalidad –que en algunos casos podría darse–, sino a esos lienzos que, tras lo que el ojo humano percibe, esconden sorpresas y obras de arte desconocidas. Lo que estos artistas no sabían es que los vertiginosos avances de las nuevas tecnologías iban a sacar a la luz esas pinturas que en algún momento decidieron o se vieron obligados a tapar y ocultar. Son varios los bocetos que, a través de rayos X, se han vislumbrado en diferentes pinturas, arrojando luz sobre las técnicas pictóricas y cambios de parecer de ciertos artistas. Y así acaba de ocurrir con uno de los lienzos de Van Gogh.
El pintor holandés, por los motivos mencionados, reutilizaba ciertos lienzos para ahorrar y, en lugar de pintar encima, les daba la vuelta y trabajaba al revés. Un ejemplo de ello fue «Retrato de una mujer campesina» (1885), obra que las Galerías Nacionales de Escocia sometieron a un estudio previo a la exposición «Gusto por el impresionismo», que se celebra entre el 30 de julio y el 13 de noviembre en Edimburgo. Y fue en dicho proceso, en el que utilizaron rayos X, donde se toparon con la gran sorpresa: tras este lienzo, se ocultaba un autorretrato desconocido de Van Gogh. En la radiografía –que también mostrarán en la exhibición– se ve a un Van Gogh con las dos orejas –el arrebato de locura que le llevó a arrancarse la izquierda tuvo lugar en 1888–, así como ataviado con sombrero de ala ancha, barbudo y una bufanda alrededor del cuello. «Cuando lo vimos por primera vez estábamos súper emocionados», asegura la conservadora de las Galerías, Lesley Stevenson, mientras que la también conservadora Frances Fowles celebra que hayan sido testigos de algo que no ocurre todos los días en el mundo del arte: «Hemos descubierto una obra desconocida de Vincent van Gogh, uno de los artistas más importantes y populares del mundo».
Según los expertos que han llevado a cabo el hallazgo, el autorretrato estaba en la parte de atrás del lienzo, cubierto por capas de pegamento y cartón que, concluyen, se añadieron antes de una exposición a principios del siglo XX que contó con «Retrato de una mujer campesina» en su catálogo. Es probable que la pintura oculta la realizara Van Gogh durante un momento clave de su carrera: cuando estuvo expuesto al trabajo de los impresionistas franceses tras mudarse a París, y se influenció en gran medida por técnicas y colores más expresivos. Ante esto, y si bien el museo escocés mostrará tanto la obra original como la radiografía a través de una caja de luz especialmente diseñada, el próximo paso es el de intentar recuperar el autorretrato. Un trabajo que debe ser minucioso y que llevará su tiempo, pues aún deben estudiar el proceso de quitar dicho pegamento y cartón, así como aseverar que se realiza un delicado trabajo de conservación.