Estreno

Crítica de “Atenea”: arde Madrid ★★★☆☆

Un fotograma de "Atenea"
Un fotograma de "Atenea"ImdbImdb

Dirección: Romain Gavras. Guion: Elias Belkeddar, Romain Gavras y Ladj Ly. Intérpretes: Dali Benssalah, Sami Slimane, Ouassini Embarek. Francia, 2022. Duración: 99 minutos. Drama.Estreno en Netflix.

“Atenea” parece dividirse entre lo público y lo privado, entre lo social y lo familiar y, por extensión, entre el espectáculo del plano secuencia virtuoso y la claustrofobia del rostro en crisis. Por un lado, la película trabaja, desde su inmersivo, extraordinario arranque, la imaginería de las protestas de los suburbios parisinos, con dos bandos políticamente delimitados (la policía, presunta culpable de la muerte de un chico de la “banlieue”, y los manifestantes, organizados como un ejército de resistencia) y un espacio que funciona como una especie de fortaleza medieval. Por otro, y como su título apunta (Atenea es la diosa de la guerra, pero también de la sabiduría), aspira a ser una tragedia griega, en la que tres hermanos se enfrentan, de maneras opuestas, a una venganza atávica que no admitirá medias tintas.

Romain Gavras intenta matar a la figura paterna -la sombra de Costa, su padre, es alargada- sin acabar de resolver la tensión que polariza su película. Como cine épico, “Atenea” frivoliza un conflicto social de proporciones faraónicas -he aquí unos cuantos titulares: violencia policial, terrorismo yihadista, racismo, tráfico de drogas, auge de la extrema derecha, inmigración ilegal- desde una puesta en escena enfática y testosterónica, propia de un “peplum” multimillonario, aparte de lanzar una coda ideológica que subraya el maniqueísmo de su mensaje en una inesperada defensa de la autoridad policial. Como relato trágico, es mucho más interesante, en la medida que particulariza el drama colectivo en la crónica de una disolución familiar orquestada indirectamente por el Estado.

Lo mejor

La impactante secuencia inicial y el modo en que trabaja con la estructura narrativa de la tragedia griega.

Lo peor

Su sorprendente ambigüedad ideológica, sobre todo en su retrato de las fuerzas policiales.