Tiradentes, una pequeña ciudad en la llamada Zona da Mata del estado de Minas Gerais, es escenario de uno de los más llamativos festivales del cine independiente brasileño, o de autor, y una verdadera vitrina para los productores y los directores, sobre todo de la nueva generación.

La 16 edición del Festival Internacional de Cine de Tiradentes, que se extiende hasta el sábado e inauguró el calendario audiovisual brasileño, gira este año en torno al tema "Fora de Centro", con el objetivo de destacar el creciente número de filmes realizados fuera del eje Río de Janeiro-Sao Paulo.

Conforme a su espíritu, poco más del 40 por ciento de los largometrajes en exhibición este año procede de estados brasileños diferentes a Río de Janeiro y Sao Paulo.

Las 131 producciones seleccionadas por los organizadores (34 largometrajes y 97 cortos) son exhibidas no sólo en el convencional Centro Cultural de Tiradentes, sino también en el originario Cine Tienda Bar Show y hasta en plaza pública.

Se trata del Cine BNDES en la Plaza, una atracción en sí misma por ser al aire libre y tener como sede el bucólico Largo das Forras, un espacio de la plaza principal de la ciudad dominado por grandes árboles y con ese aire característico de las ciudades coloniales del país.

Pero este festival de cine de autor no se limita a la proyección de películas. De forma paralela también son ofrecidas exposiciones fotográficas, debates, talleres, teatro, música y actividades para niños y jóvenes, como presenció la agencia Efe.

El evento alcanzó tal importancia que la División de Fomento Audiovisual del Ministerio de Relaciones Exteriores decidió asociarse y otorgar este año un premio de 50.000 reales (unos 25.000 dólares) al mejor director, un incentivo a nuevos talentos en el panorama cinematográfico de Brasil.

El festival, que cada año homenajea a un actor o una actriz por su carrera cinematográfica, escogió para su décimo sexta edición a Simone Spoladore, quien ha participado en al menos veinte producciones en la última década, incluyendo importante filmes como "Lavoura Arcaica"y la miniserie de televisión de "Os Maias", basada en la obra del escritor portugués Eça de Queiroz .

Tiradentes recibe durante los nueve días de programación a cerca de 30.000 personas y, a pesar de su pequeño tamaño, se configura como una de las plataformas más importantes de lanzamiento de películas independientes del cine brasileño.

La importancia internacional de este género en Brasil puede medirse por la presencia de varios comisarios de otros festivales e invitados internacionales, que esta semana participaron en el debate "Um olhar sobre o cinema brasileiro".

Entre tales invitados figuran Anne Delseth, programadora de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes (Francia); Bernard Payen, representante de la Semana de la Crítica del programador, también en Cannes, y Sergio Fant, programador del Festival de Locarno (Suiza).

Diego Marambio, director de asuntos internacionales del INCAA, el instituto para la promoción del cine en Argentina, fue otro de los participantes en el debate.

"El actual proceso de producción de una película en Brasil sigue una lógica que implica un mayor incentivo de órganos de fomento, la reducción de los costos de producción con el uso de tecnología digital y cursos de formación y talleres de crecimiento en el cine", asegura el comisario de la exposición, Cléber Eduardo