'Leo & Lou': Sobran las palabras ★★★

No solo se parecen sus nombres, porque tanto Leo, 10 años, huérfana, muda, como Lou, adulto que trabaja en un parque de ocio infantil vestido de pingüino, que bebe demasiado y está harto de la vida que arrastra, son dos seres solitarios e inadaptados. No resulta entonces de extrañar que, tras fugarse la chica del centro de acogida donde vivía, le pida ayuda a este hombre, que decide, sin saber nada de la niña, llevarla en el destartalado coche que conduce con cara de pocos amigos hasta un concurso de pesca en el que Leo desea con toda el alma participar.

Porque estamos en la lluviosa, exuberante Galicia, pero, sobre todo, en sus carreteras, en esas cabañas de paso donde robar una pizza, en esos bares a los bordes donde Lou suele pedir un whisky. O dos. Lo mejor de la ópera prima dirigida por Carlos Solano, una sensible, pequeña y emotiva «feel-good movie», por otra parte, son sin duda ambos «forajidos», tan llenos de amor para dar aunque sea por signos.

Lo mejor: La química entre sus dos protagonistas; forman una pareja muy tierna

Lo peor: Quizás echamos en falta más información sobre el personaje masculino