Crítica de cine

«Llenos de vida»: La comedia humana

«Llenos de vida»: La comedia humana
«Llenos de vida»: La comedia humanalarazon

Agnès Jaoui.A. Jaoui y Jean-Pierre Bacri. Agnès Jaoui, Jean-Pierre Bacri, Lea Drucker, Kevin Azais. Francia, 2018. 198 minutos.

¿Acaso no era Robert Altman el que entendía cada secuencia como un ágora pública en la que un puñado de personajes cruzaban opiniones y esfuerzos para dejar en cueros a toda una época, clase o ideología? «Llenos de vida» es la reducción parisina de «Un día de boda», en la que Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri utilizan la fiesta de inauguración de una suntuosa casa de campo para poner en tela de juicio la salud moral de la burguesía de la era Macron. Los célebres «zooms» altmanianos, errabundos paseos por un encuadre coral, se sustituyen por un frenético sentido del montaje, que, mezclando invitados de alcurnia y subalternos, aspira a dibujar una comedia humana donde el cinismo y la mala conciencia de clase, los comentarios insidiosos sobre la cultura de la celebridad y la toxicidad de las redes sociales, y el discurso crepuscular sobre el paso del tiempo, son moneda común. A la película le falta la profundidad emocional de «Como en las mejores familias», «Para todos los gustos» o «Como una imagen», y a veces derrapa en la caricatura. Sin embargo, hay en ella una ligereza en el tono que, en sus mejores momentos, resulta casi chejoviana, sobre todo cuando llega la noche, la lluvia se dispersa, el karaoke devora la música y las máscaras caen. En los apartes teatrales de los personajes principales se filtra el desencanto, a la vez reticente a lo sentimental pero abierto a lo melancólico, de una generación que bien ha perdido sus ideales o no ha sabido canalizarlos.